Como si fuéramos chiquillos que tomamos un bote de pintura y nos ponemos a salpicar con la brocha todo esos botes con todos los colores posibles, un artista polaco ha invadido el Museo Nacional de su país para realizar este proyecto artístico que no puede dejar indiferente a nadie por el color que llena los rincones de esa gran escalinata.
Zacheta, la Galería Nacional de Arte de Polonia, es un lugar en el que se combina el arte más moderno con el más tradicional e histórico. Usualmente en él se hacen exposiciones, pero es el pintor Leo Tarasewicz el que ha usado la gran escalinata del museo para transformarla en el lienzo en el que ha realizado toda una pieza artística digna de ser fotografiada y admirada.
Ha cubierto las escaleras de la galería con pintura. A primeras, el aspecto visual caótico puede ser malinterpretado, pero se debe a que Leon tenía una visión clara de que quería pintar y con sumo cuidado planeó todo de esa forma.
En un primer momento, pintó las escaleras con los colores primarios (azul, rojo y amarillo) en la parte superior. Esos tres colores se fusionaron en una intersección en la que entonces se combina sus colores y todo es salpicado hacia la entrada principal, enmarcando al paso a una estatua de un gladiador que se erige intocable y en toda su pureza.
Cuando se ve todo este espectáculo de color desde la parte inferior, el arco iris de colores contrasta con esa escultura en la parte de arriba y es capaz de crear una bella harmonía entre lo antigüo y lo nuevo en uno de los museos más antiguos de Warsav para mostrar lo que es a día de hoy el arte contemporáneo.
Habrá a quien no le gustará y a quien sí, pero es, sobre todo, bien original y sorprendente la propuesta de este artista polaco. Tenéis más información de él desde este enlace.