Matthew Shlian es un artista que se denomina así mismo como el «ingeniero del papel». La razón para ello es más que evidente cuando presenciamos alguna de sus obras. Sobre todo por el gran nivel de meticulosidad llevado a cabo para casi ser obras de ingeniería.
Es decir, que casi podríamos hablar de que sus trabajos parecen hechos con alguna máquina que es capaz de llegar a ese grado de perfección. Y para nada, todo a mano y con su esfuerzo y tesón para autodenominarse a si mismo como el «ingeniero del papel».
Shlian es un maestro del arte del papel y por su gran capacidad para la formación de mosaicos que se repiten de forma constante. Esta constancia forman obras únicas y que nos llevan a otro nivel en los degradados que utiliza.
Para trabajar utiliza una buena variedad de distintos papeles. Su forma de trabajar comienza con una idea prefijada de lo que quiere hacer para llevarla a cabo finalmente con los materiales elegidos para comenzar a doblarlos.
O sea que deja un espacio para la improvisación según va progresando en la aritmética de esas dobleces que va dando a la idea principal. Tampoco se queda corto en las fuentes de inspiración que van desde el diseño de células fotovoltaicas, patrones de mosaicos islámicos hasta la arquitectura de distintas culturas.
Esa inspiración es capaz de fusionarla para crear patrones de trabajo en papel que gracias a su geometría es capaz de dar lugar a distintos acabados. Un trabajo en el papel repleto de destalles y en el que nos podemos perder si buscamos algún defecto en las formas.
Os recomendamos pasar por su Instagram para que entendáis que también trabaja con los colores primarios para no dejar nada de lado. No os perdáis el trabajo de otro artista de una ballena en papel.