Si hay un artista que ha jugado con nuestra forma de ver las cosas en los primeros segundos de observar una obra pictórica, aparte de otros, tenemos a Salvador Dalí. Su surrealismo también pasó por esconder otras figuras dentro de otras y así llegar a jugar con la mente de aquel que mira sus cuadros para dejarle en algún momento fuera de onda. Su principal objetivo.
Hoy nos encontramos con dos niñas jugando en su habitación con un conejo negro para formar la figura cadavérica que es realmente donde se esconde el objetivo del autor. Una artista conocida por Etoile Bulle que se inspira en el trabajo de Allan Gilbert que también utilizó esta forma de representar a una calavera, pero en su obra en una mujer que se mira al espejo con unas connotaciones más profundas.
Esas connotaciones sobre la obra de Allan Gilbert van hacia algo más profundo y humano como sería la vanidad de las vanidades y que parte del mensaje que puedes tener todos los objetos materiales y dinero del mundo, o haber hecho casi todo, pero al final, no importa porque el fin llega a todo el mundo. Aquí el fin es la muerte.
Y empezando esta entrada con Dalí, también tiene su propio Memento mori, una expresión latina que significa «Recuerda que eres mortal» en el sentido que uno debe de recordar siempre su mortalidad como ser humano.
Etoille Bulle nos trae su Memento mori con una obra más delicada y simpática que la que nos atañe con la de Gilbert y la propia de Dalí. Aunque Bulle no cede en representar de cierta manera un poco escabrosa lo que sería la mandíbula de la carabela con la caída de los vestidos de las dos niñas.
Como siempre, podéis acceder a la obra de esta artista que tiene una predilección por el manga aunque con un toque un poco particular desde su Tumblr.
Volviendo con Dalí, el genial actor…