Hay artistas que poseen una gran calidad técnica y una mano especial para aprovecharse de lo difícil de la técnica del óleo para ser capaces de representar ciertas ideas bastante llamativas. De entre estos pintores hay algunos que no se encuentran entre los más populares, pero no por esto significa que no hayamos de tomarles en cuenta, tal como sucede con István Sándorfi.
Un pintor con una gran maestría al óleo y que en cada pincelada se puede encontrar un trazo seguro y bien firme para representar obras hiperrealistas como la que nos atañe en esta tarde de lluvia y nubarrones grises que asolan nuestros sentires. Sandorfi juega a evaporar ciertas partes del cuerpo humano tal como sucede en la imagen de cabecera de una calidad sublime.
Un bello trabajo el que realiza este pintor húngaro que vivió la mayor parte de su vida en Francia y que nos dejó en 2007. Un pintor con sus cosas y vicisitudes tal como indica su biografía en la que muestra como durante bastantes años estuvo retratándose a si mismo ya que le incordiaba la presencia de otros mientras trabajaba en sus obras. No vamos a decir nada sobre lo especial de muchos artistas.
Desde 1988 empezó a comenzar a pintar solamente figuras femeninas envueltas en sábanas y en las que a veces colocaba al lado de objetos raros. Un artista que se consideró a si mismo como autodidacta, aunque hubiera pasado por dos institutos de gran renombre. Los críticos de arte han colocado a Sándorfi entre los artistas hiperrealistas, lo que ocurre que el nunca se consideró como uno, ya que, en sus obras, aunque tuvieran gran minuciosidad, siempre hubo fallos intencionados, tal como podemos ver en la obra de cabecera.
Un genial pintor que traemos por estas líneas para descubrir alguno de sus excelentes trabajos en el hiperrealismo y con ese trato exquisito al óleo de sus musas, principalmente alguna de sus hijas.
El óleo de otra autodidacta.