Músculos bien diseñados, cuernos que dan más forma al animal y ese pelo tan realista que casi nos hace sentir que el viento está soplando a través, nos llevan ante unas esculturas en madera que casi parecen tomar vida y saltar de la base en la que se encuentra.
Este es el trabajo de Guiseppe Rumerio y sus esculturas de animales que parecen bien vivas. Se sirve de detalles anatómicos que sirven para conformar una especial sensación en el espectador cuando observa cada uno de esos movimientos que están a punto de ocurrir delante suya.
Afincado en Ortisei, un pequeño pueblo del norte de Italia, este escultor de gran técnica se ha hecho con un nombre el mismo en la comunidad de la talla de madera con sus esculturas especialmente detalladas y por su pasión por expresar la naturaleza que le rodea.
Todas esas esculturas en madera están realizadas a mano y exhiben intrincados detalles que revelan una auténtica sensación de vida flotando desde el artista a su creación.
Cada una de sus piezas comienzan de una forma única cuando Rumerio las dibuja desde una gran variedad de elementos en los que se incluye libros e imágenes para así realizar un estudio de su dinámica y animación precisa que pueda contener la respiración del espectador mientras observa con detalle una de sus esculturas.
Una de sus grandes pasiones es la observación de animales, tal como el mismo admite.
Muchos de sus trabajos muestran a esos animales en su forma natural y con más de 30 años de experiencia, este escultor ha refinado sus técnicas lo que le ha permitido ser un maestro de este tipo de escultura en la que la madera es su material preferido.
La talla de madera es una tradición arraigada en la comunidad de Rumerio desde hace 300 años y el artista comenzó a la edad de 14 años con el estudio y trabajo.
Un artista de la talla de madera reconocido en todo el mundo al que podéis seguir desde su Facebook, sitio web e Instagram.