No quiero que se malinterprete, la pintura al óleo se distancia mucho de la digital, pero cuando vi por primera vez la ilustración cabecera de Mann, lo primero que entendí que estaba ante una obra digital realizada con Photoshop. Esa fue mi primera impresión y no por la falta de técnica, sino porque muchas de las mejores piezas digitales tienen ese tipo de trazos que tan bien precisa Mann en algunas de sus obras pictóricas.
La gran sorpresa vino después cuando indagué en el resto de sus obras para quedarme asombrado por su estilo tan particular y al que he denominado a «lo digital». No soy yo nadie para inventar algo parecido, pero solamente traspaso esa impronta que se hizo en mi cuando contemplé la obra de este pintor tan particular.
Y esos trazos más gruesos que se encuentran bien precisos en ciertos detalles, se convierten en bien finos cuando Mann se deja llevar por la pasión que tiene en el dibujo de las manos.
Unas manos que muchos pintores clásicos dejaban a otros para que las terminaran y que han significado un gran dolor de muelas para otros tantos pintores.
No solamente Mann se dedica a maravillarnos con su estilo y esa figura femenina tan impasiva e inmortal, sino que en las composiciones de paisajes urbanos encontramos sus mejores piezas artísticas.
Unas escenas urbanas que os dejo que descubráis desde su propio sitio web en el que podréis encontrar el resto de sus trabajos.
Un pintor aficando en Oakland, California y que ha recibido numerosos premios al igual que ha sido citado como uno de los 25 artistas del mañana por alguna famosa publicación.
También tenéis su Facebook, aunque no publica mucho de sus trabajos. Por suerte tenemos su Instagram donde parece que está más habitaudo a publicar alguna de sus nuevas obras.