En estos meses atrás hemos pasado alguna vez por la belleza de lo diminuto y lo pequeño. No son pocos los artistas que perfilan las puntas de sus lápices o definen bien la de sus pinceles para demostrar su habilidad en lo diminuto. Ese arte que se centra en los espacios limitados y en los que se pueden encontrar algunas serias propuestas como fue la de Brook Rothshank hace cuatro meses y esta de no hace mucho de Claudia Maccecchini.
Volvemos a ello con Rachel Beltz y su pasión por la miniatura en la acuarela como una aritista que ha estado muy interesada por el arte desde ya temprana edad. En su tiempo libre, en la escuela o en campamentos de verano, Beltz siempre ha estado practicando una de sus especialidades para que a sus 20 años se vea realmente interesada por dar un paso adelante y convertir su hobby en su profesión.
Tenemos un buen conjunto de pinturas a la acuarela bien diminutas que, tal como ella dice, fueron creadas en secreto como regalo de Navidad para su familia. Se quedaron realmente fascinados con esos regalos y la gratitud devuelta con una sonrisa consiguió que prosiguiera con el trabajo en estas acuarelas en miniatura.
Todo tipo de animales en su forma más pequeña se pueden encontrar para pasarnos ante también sus primeros años de vida como es ese elefante, el mapache o un par de pájaros que miran extrañados ese alpiste que permite conocer el verdadero tamaño de estas composiciones artísticas.
Su objetivo es crear todos los días una pieza que puede compartir en la red social que se ha convertido como uno de los mejores escaparates para conocer a los artistas más habilidosos o aquellos que tienen una idea bien ingeniosa con la que mostrar un concepto.
Tenéis su Instagram para conocer el resto de sus diminutas piezas y seguir en ese estudio.