Chernobyl, a excepción de Fukushima en 2001 en Japón, es uno de los mayores desastres nucleares de la edad moderna. El accidente nuclear se produjo el 26 de abril de 1986 y tuvo a toda Europa y al mundo en un puño. Un momento histórico en el que la energía nuclear comenzó a ponerse entre dicho por las graves consecuencias de una energía limpia a primeras.
Ha sido esta vez un fotógrafo ruso llamado Vladimir Migutin el que se ha aventurado a la zona de exclusión de Chernobyl con una cámara de infrarrojos. Una cámara de infrarrojos que ha conseguido capturar bellas fotografías que ilustran lo impactante de la zona y como la naturaleza ha irrumpido de tal forma para hacer desaparecer los ecos del desastre en el tiempo.
Migutin ha usado una cámara de espectro completo y un filtro de infrarrojos de 590nm para documentar un entorno tan surrealista como apocalíptico. Tal como el mismo clama, se transportó a otro mundo en el que el tiempo se quedó congelado para que la naturaleza cabalgara sobre el para transformarlo.
Ha sido capaz de fotografiar la zona con ese filtro de infrarrojos para capturar visiones de Chernobyl muy atrapantes. La fotografía de este fotógrafo retrata un escenario abandonado con una luz que no podemos ver los humanos.
Una visita a un paraje inhóspito y en el que se encuentra el fantasma del pasado de lo que fue Chernobyl y esa catástrofe nuclear que puso en aviso a todo el mundo. Aunque hay que decir que no parece que hizo mucho efecto para que nos viéramos en 2011 ante Fukushima en Japón.
Podéis seguir a Migutin desde su web, su Instagram y su Blog para encontrar más fotografías de esa visita que hizo a un entorno invadido por una catástrofe nuclear de grandes dimensiones y que tuvo lugar en tierras europeas.
