Bob Morehead es un artista autodidacta que ha sido capaz de crear estos paisajes urbanos laberínticos e intrincados con nada más y menos que pegamento de madera y unos cuantos palillos de dientes; bueno, unos cuantos no, como unos más de 300.000 ha llegado a usar para crearlos.
Cada una de esas piezas pesan unos 22 kilos y miden casi los dos metros y medio. La Toothpick City de Bob consiste en diez de esas únicas construcciones que contienen un gran montón de pisos y habitaciones y se encuentran conectadas a través de distintas escaleras. Las ventanas permiten echar un vistazo en el interior de los edificios, aunque es en su fachada exterior donde encontramos todos sus detalles.
Esos detalles pasan por ladrillos, paneles y salientes que conforman calles, túneles y toda esa gran variedad que nos lleva ante una metrópoli en miniatura. Incluso en alguna se ha tomado el gusto de crear hasta un rompeolas realizado de 750 bloques individuales, con cada uno de ellos bien detallados.
Morehead no usó ningún tipo de molde o forma para realizar este trabajo. Solamente ha usado su imaginación con una gran inspiración desde la arquitectura que ha visto en la Costa de Amalfi, cerca de Napoles, donde él nació. Es el mismo el que cita su pensamiento sobre su arte:
«Creo que todos los artistas, en un momento u otro, se encuentran tan desanimados que desisten finalmente en abandonar su arte. Cuando has crecido haciéndote pensar que crear arte no es un trabajo real por las personas que te rodean, no entienden o aprecian su valor real. Para mi crear es como el oxígeno. No puedo sobrevivir sin ello; es parte de mi ser y de mi alma.»
Podéis encontrar su sitio web para encontrar más trabajos realizados y deslumbraros con todas estas piezas en la que se ha puesto mucha pasión y esfuerzo.