La psiología del color es un campo de estudio que está enfocado al efecto del color en la percepción y en la conducta humana. Aunque la ciencia y sobre todo la ciencia médica, la considera una ciencia muy inmadura, dentro de la psicología contemporánea es considerada toda una técnica de curación para enfermos y de manipulación en lo referente al estudio de la psicología social el impacto de productos y la existencia de ventas masivas.
Para comprender la psicología del color, no basta con experimentar, practicar sus efectos y manipularlos a la conveniencia de nuestra empresa. Hay que saber el por qué y el cómo se originó. De aquí parte la conducta que el ser humano tiene frente a esa percepción del color.
Tiempos inmemoriales
En la antigua China, los puntos cardinales eran representados con el rojo, azul, blanco y negro. Dejando para la zona centra el color amarillo, de modo que el color amarillo fue el color tradicional y central del imperio chino pues ellos se consideraban el centro del mundo antiguo, el poder y la gloria. Pura simbología del color. En la cultura maya de centroamérica representaban los puntos cardinales del mismo modo que los chinos. Sorprendentemente, dos civilizaciones distintas atribuyeron un mismo significado y simbología a los colores. ¿Podría ser que los colores tuviesen una vibración o significado universal? ¿Cuál es su peso y sus efectos en nosotros y en la naturaleza?
En la Edad Media, los alquimistas aquellos grandes maestros de la magia y la ciencia y quienes sentaron los pilares de la actual química, relacionaban los colores con características de los materiales que utilizaban. Un buen ejemplo es el color verde, y ellos lo utilizaban para representar el ácido y los disolventes, ya que lo por lo general estos eran de color verde. Actualmente en la cultura mundial la señalética nos dice que el color verde (sobre todo dentro de los laboratorios) es utilizado para denotar tóxicos.
Del mismo modo los alquimistas en la antigüedad al color rojo lo utilizaban para representar el azufre, y es ahí, donde la Iglesia cristiana crea el símil y los simbolismos con el diablo, asignándole estas propiedades al color ya que en el infierno se suponía que debía haber fuego. El color rojo sería entonces el de la pasión, la lujuría, y el demonio debería oler a azufre. Por si fuera poco, se asocia popularmente el mito de que la fruta prohibida que comió Adán y Eva era una manzana. Por supuesto, todo eso fue un invento de la clase popular, por el hecho de que este fruto era rojo, por lo tanto este fruto es igual a azufre, y por lo tanto era igual al demonio. La prueba más rotunda de esto, es que en las sagradas escrituras cristianas no se describe este fruto y mucho menos se especifica como una manzana. Es así, como hasta nuestros tiempos el color rojo despierta en nosotros una sensación de deseo y se relaciona con el sexo y la violencia. Eso, las empresas han sabido utilizarlo muy bien en sus tácticas publicitarias y sus raíces están muy bien ancladas en las profundidades del tiempo.
Interesante análisis sobre el color