En un mundo como el nuestro en el que hay que vender nuevos productos cada año para que la gente siga consumiendo, consigue que haya mucha basura acumulada en distintas regiones del planeta. El reciclaje no es el mismo en los países occidentales como los asiáticos, así que la basura que se va apilando sirve para que este artista denuncie la cantidad de «mierda» que podemos lanzar al planeta.
Para difundir este mensaje acerca de lo necesario es que limpiemos este mundo que estamos dejando atiborrado de colores grises, oscuros y marrones, hay un artista portugués llamado Bordalo II, al igual que este otro, que crea esculturas de animales con esas restos que nosotros mismos dejamos de forma indirecta. Su trabajo es bien peculiar y para nada falta de talento, sino al revés, es capaz de fundir todos esos desperdicios para crear un animal de forma ingeniosa.
Bordalo II, tal como el mismo se denomina, no necesita ni comprar el material, ya que se encarga de reciclar toda esa basura que puede ser en una parcela con dueño, pero abandonada. Sus obras destacan por el ingenio en saber utilizar todos esos restos y transformarlos en una obra que intenta mover conciencias.
Esos animales no aparecen para nada alegres, sino al revés, un poco mustios y con los rostros tristes. La verdad es que su trabajo es bien llamativo en el momento que uno se deja llevar por esa forma tan original de usar los desperdicios, trozos de maletas o cables de todos esos electrodomésticos que nos rodean en nuestras vidas y que, en algún momento, acabarán como desperdicio.
Comenzó con este tipo de trabajos en Portugal, pero ahora se ha expandido por todo el mundo para parar en Estonia o mismamente Estados Unidos. Un artista rebelde que no necesita comprar sus materiales, los recicla todos.
El arte esta en todos lados.