Hay días en que la inspiración no está de nuestro lado. Nos distraemos con redes sociales, se nos acumula el trabajo y empeora el bloqueo de nuestra creatividad.
Es un escenario que todo creativo le ocurre de vez en cuando. Con poco tiempo para entregar ese diseño y la musa no aparece, brilla por su ausencia cuando más se le necesita. La frustración y el mal humor hacen que el stress tomen la batuta.
Y es que ¿Cómo podemos diseñar si estamos de mal humor? Es poco probable lograr un buen trabajo bajo ese estado de ánimo. Por lo que una de las soluciones para el bloqueo creativo está en mejorar nuestro estado ánimo, y no en forcejar con la hoja en blanco.
Nadie conoce lo que te gusta más que tu mismo, sin embargo, acá te doy una lista de consejos que podrían ayudarte a salir del agujero negro:
No confort
Si estás encasillado en ese espacio lleno de bosquejos que no llegan a nada, archívalo de momento, levántate de la silla y ve por un vaso de agua. Sal de esa zona de no confort.
Inhala, exhala
Preocuparse por el proyecto es señal de sentido de responsabilidad. Trata de no angustiarte demasiado, eso lo hace más difícil. Inhala.. y exhala liberando las tensiones.
Redes sociales
Si bien es una distracción, podría mostrarnos noticias que no son del todo agradables. Aunque te cueste, desconéctate por el momento de ellas, y retómalas cuando hayas finalizado el trabajo.
Escucha la música que te gusta.
Es obvio que escuchar esa canción o artista que nos pone de buenas es algo fácil. Puedes probar creando una lista de reproducción con tus canciones favoritas, y si es de bailarlas o cantarlas a todo gañote ¡A por ello! Expresarse es liberador y refresca la mente.
Quedar con gente con la que te sientas a gusto
De esa gente que aporta y no te resta. Que te aportan buenas ideas y tienen buen tema de conversación o simplemente logran reír a carcajadas. En caso de que no dispongas de mucho tiempo, haz una llamada. Siempre hay alguien que pueda ayudar.
Una caminata y distraerse
Olvídate de tu escritorio y sal por esa puerta a caminar, a solas o con tu mascota. Incluso, si eres de los que le gusta tomar fotografías, coge la cámara fotográfica y haz cuantas fotos quieras en algún sitio de tu interés. Explora texturas, ángulos, luces y colores. El lado derecho de tu cerebro estará agradecido.
Date el gusto
Así como la famosa marca de chocolates nos invita a tomar un respiro, pues de eso se trata, darse un gusto. Ir por una merienda que nos de placer, sin que ello genere sentimiento de culpa, es una manera rápida de quitarnos el mal humor.
Investiga y aplica
La curiosidad es la que nos impulsa a investigar, y por tanto a profundizar en el conocimiento del trabajo a realizar. Esta labor de investigación se traduce en mayor dominio del tema y se traduce en un diseño de calidad. Como bien dijo Picasso “La inspiración existe pero tiene que encontrarte trabajando”.
Piensa fuera de la caja
Nuestras propias experiencias vitales han configurado nuestra mente para ver y entender el mundo de una determinada manera. Nuestro modelo mental no es único ni el mejor. Asumir esto es el primer paso para reeducar nuestra mente y poder enfocar el mundo con otros ojos.
«Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». A. Einstein
Alterna entre método y caos
Para agilizar el proceso creativo hace falta seguir unas reglas, una cierta sistematización. Pero ten en cuenta que un exceso de reglas puede inhibir y complicar el proceso creativo por lo que alternar entre ambos extremos puede ser una sana combinación. Aunque sea difícil de asimilar, del caos también surge el orden.
Dedícate a lo que te gusta
Es cierto que no siempre es posible pero la creatividad tiene mucho que ver con la pasión que ponemos en lo que hacemos. Una vía efectiva y rápida para estar felices es hacer lo que nos gusta.
Superar el miedo al fracaso
La creatividad tiene mucho que ver con la experimentación y para experimentar hace falta superar nuestros miedos. La creatividad se alimenta de nuestra capacidad para sorprendernos, entusiasmarnos y adentrarnos como niños en el mundo de lo desconocido.
Imagenes – Antonio Moubayed