De pequeños nos enseñan a dibujar, o al menos a dar rienda suelta a nuestra imaginación a través del dibujo. Conforme crecemos, las series amadas nos llaman tanto que queremos emular esos dibujos que tanto nos gustan. Y dibujamos. Pero, ¿y si sientes verdadera vocación por ello? ¿Cómo aprender a ilustrar?
Si consideras que lo tuyo en un futuro, lejano o cercano, es la ilustración, nosotros te vamos a dar algunos pasos para convertir esa pasión en tu trabajo y ese trabajo en tu felicidad. ¿Serás capaz?
Copia a los demás
Cuando estás empezando tú no tienes un estilo de ilustración tuyo propio, sino que conoces el de otras personas, e incluso eres capaz de emularlo tanto que muchas veces no saben si lo que tienen delante es un original o no.
A la hora de aprender a ilustrar, primero tienes que conocer a quien te inspire. Y para eso, has de saber tanto de él o ella que seas capaz de emular su propio trabajo.
Con ello no nos referimos a que vayas a copiar o a robar su trabajo; tampoco que seas un clon de este. Pero los comienzos de cualquier ilustrador pasan por copiar el trabajo de aquellos a los que admiran. Poco a poco se va transformando, dando un revés y creando tu propio estilo. Pero la base está ahí.
Estos trabajos lo más seguro es que solo te sirvan como iniciación, no vas a poder hacer mucho más, pero te dará experiencia y sobre todo aumentará esa pasión por querer ser igual que ese ilustrador al que admiras y, después, por superarlo.
No dejes de dibujar
Lo sabemos. La carrera de ilustrador, como muchas otras, no es un camino de rosas. Más bien es de espinas. Y es normal que algunas veces quieras tirar la toalla, que pienses que desperdicias el tiempo… Pero si de verdad es tu vocación, no dejes de dibujar. En cualquier momento, instante, situación… dibuja. Ya sea que te sientas triste o que estés eufórico. Todo dibujo que hagas te va a poner un pasito más cerca de tu objetivo. Y aunque no lo creas, todo ello es experiencia.
Por eso, siempre ten a mano un cuaderno y un lápiz. Al igual que los escritores van con una libreta para apuntar notas o ideas sobre sus novelas, como ilustrador también debes hacerlo. Cualquier cosa que veas puede inspirarte y esta musa debe cogerte preparado.
Lee libros
Hay muy buenos libros que te enseñan el arte de la ilustración, que te dan consejos, ejemplos, etc. ¿Por qué no leerlos? Es verdad que, si no tienes una base, estos pueden sonarte a chino cuando hablan de ciertas técnicas o de un lenguaje más profesional. Pero hay muchos niveles y puedes comenzar con los libros básicos al tiempo que practicas.
Además, si se te dan bien los idiomas, te recomendamos que no te quedes solo con los libros de tu idioma nativo, sino que busques en otros. El enfoque, la manera de entender la ilustración, hasta las técnicas pueden tener un punto de vista totalmente diferente del que tú has leído y eso te dará una experiencia única porque verás que tú mismo puedes crear tu propio estilo.
Hazte con unas buenas herramientas
Para aprender a ilustrar necesitas tener las herramientas necesarias para trabajar. Empezando por un espacio en el que te sientas tranquilo, puedas concentrarte y no te molesten.
Es verdad que estas herramientas pueden no ser baratas, pero hay que verlas como si fueran una inversión. Obviamente, las que se van a gastar no lo serán tanto, y al principio sí puedes usar otras más económicas. Pero conforme avances en tu carrera creativa necesitarás a tu lado las mejores para hacer bien tu trabajo.
Lápices, rotuladores, carboncillos, bolígrafos de distintos trazos, pinturas, acuarelas, incluso, si quieres dedicarte a la ilustración digital, necesitarás dotar a tu ordenador de los accesorios necesarios.
Busca tutoriales y vídeos en Youtube
Con las nuevas tecnologías, no te puedes quedar solo con los libros. Los tutoriales en Internet, vídeos en Youtube, incluso podcasts te pueden venir bien.
De hecho, son muchos los creativos ahora que se animan a mostrar cómo trabajan, o cómo han sacado adelante una ilustración desde la primera línea que han puesto en ella. Todo esto son experiencias que tienes a tu alcance (antes esto era impensable) y pueden ser verdaderas joyas en tu formación. Así que no las dejes de lado porque puedes aprender mucho de ellas.
Haz cursos, talleres… fórmate
Para aprender a ilustrar no tienes por qué hacer una carrera. Es cierto que eso ayuda porque conoces las bases, pero también puedes hacer cursos, talleres, formaciones específicas… Solo tienes que buscarlas y animarte a hacerlas.
Experimenta
Hay muchísimas técnicas. Es posible que, si te gusta la ilustración, te decantes por una y que quieras ser el mejor en ella. Pero no quiere decir que no puedas experimentar con las otras. Aun cuando en un principio no te llamen la atención, ¡prúebalas! A veces el desconocimiento nos hacer perdernos oportunidades que podrían mejorarlo todo.
Además, si quieres conocer a fondo la ilustración, tienes que probar las técnicas, todas ellas: herramientas, superficies, collages, trazos, materiales de pintura, etc. A lo mejor sigues queriendo esa que te enamoró en un principio. O a lo mejor descubres que eres un crack en una técnica que no muchos utilizan y sin embargo para ti es tan natural como el respirar.
Date a conocer
Lo sabemos, ahora mismo lo que buscas es cómo aprender a ilustrar. Pero una vez tienes las bases, cuando estás perfeccionando y sigues estudiando y mejorando, no viene mal aprovechar y darte a conocer. Crear tu marca personal creativa.
¿Por qué? Pues porque vas a lograr abrirte camino, hacer que otros vean tu trabajo, que, si les gusta, te sigan y poco a poco crearás una comunidad en torno a ti. Irán viendo tus avances, te irán viendo crecer como ilustrador y eso muchas veces fideliza al público y además les hace ver de lo que eres capaz.
Sabemos que el camino que te espera no es fácil. Ninguno lo es. Pero si quieres aprender a ilustrar, tienes que empezar por el principio y eso significa ir poco a poco descubriendo todo lo que te puede ofrecer este arte. ¿Por dónde vas en tu camino?