El diseño de un logotipo va más allá del placer estético o la agilidad visual. La funcionalidad, adaptabilidad y versatilidad de nuestra propuesta son ingredientes imprescindibles que debemos tener en cuenta cuando trabajamos en el diseño de un logotipo. Una de las pruebas implacables que debe superar un diseño es su fácil conversión e incursión en cualquier entorno gráfico y soporte, pero para ello necesitamos contar con versiones alternativas de nuestro diseño que se implanten a la perfección y al mismo tiempo sean reconocibles y mantengan los rasgos de la versión original. Hoy hablaremos de la versión monocromática de un logotipo y de cómo podemos trabajar en ella.
En estos casos la versión monocromática o monocroma (de una única tinta) es la opción más adecuada que no debemos confundir con la versión en escala de grises ya que en la primera eliminamos sombreados, degradados y transiciones cromáticas mientras que el segundo las mantiene aunque en escala de grises. Pero como ya habrás comprobado en más de una ocasión, el diseño de la versión monocromática puede convertirse en una tarea más compleja de lo que parece. Sobre todo en diseños más o menos complejos y compuestos de diferentes efectos como destellos, degradados o espacios en negativo, la propuesta resultante puede presentar diferentes variantes y nosotros debemos escoger la más acertada. De lo que se trata es de proporcionar un diseño alternativo plano y en un único color pero que al mismo tiempo sea reconocible y asociable fácilmente a la versión estándar.
A continuación de la mano de nuestros compañeros de Brandemia repasaremos algunos casos en donde el desarrollo y diseño de estas versiones requiere diferentes estrategias y tratamientos. Sin duda un contenido de lo más útil e ilustrativo para todos aquellos que se están iniciando en el diseño.
Cuando nuestro logotipo original cuenta con efectos de volumen
Los efectos de profundidad pueden ser tratados en una versión monocromática recurriendo al corte para separar las diferentes estructuras de nuestro diseño o bien a la creación de superficies impregnadas de líneas para delimitar ese área más profunda. A continuación os dejamos con algunos ejemplos de cómo se han resuelto estas problemáticas. Lo cierto es que no hay una forma definida o concreta para abordar cada situación: Cada diseñador recurrirá a la técnica que considere oportuna por ello es interesante que antes de ponernos a trabajar echemos un vistazo a algunos casos de éxito:
Tratamiento de logotipos que originalmente son estructuras tridimensionales
En estas ocasiones perder matices y detalles es algo casi inevitable pero siempre podemos trabajar en nuestro nuevo diseño para que sea fácilmente identificable y mantenga esos rasgos esenciales. A continuación os dejo con algunos ejemplos en donde se delimita la figura pero prescindiendo de efectos tridimensionales.
Cómo plasmar diseños que presentan una alta dosis de detalle
Aunque no es habitual, existen diseños que presentan una gran profundidad y un tratamiento bastante detallado, en estas ocasiones tenemos que desechar todo el componente efectista y prescindir de aquello que nos resulte redundante y que por otro lado es imposible de determinar en una versión desarrollada bajo un a única tinta. A continuación, las soluciones las que han recurrido algunas grandes marcas ante este tipo de situaciones. Aunque se suprime una gran cantidad de detalles siempre se debe intentar que el resultado sea reconocible.
¿Qué hacer con la luz?
¿Qué ocurre cuando la esencia de nuestro logotipo es un elemento incandescente, una fuente de luz o un destello? ¿Es posible mantener dicho efecto utilizando una única tinta? Lógicamente no, pero siempre podemos recurrir a alternativas que protegerán el sentido y la lógica del diseño original. En la absoluta mayoría de los casos no quedará más remedio que eliminar los efectos, pero siempre se puede mantener el mensaje haciendo uso de las formas y la forma esquemática de las mismas para que se sobreentienda que se trata de fuentes de luz y que son elementos importantes dentro de la composición y el concepto.
Diseños que presentan áreas transparentes y semitransparentes
La transparencia es un recurso estilístico que se hace cada vez más habitual en el diseño de logotipos porque dotan de profundidad y calidad visual de una forma muy sencilla aunque a la hora de crear correspondencias con el diseño monocromático puede ser más complejo. A continuación os propongo algunos ejemplos en los que se han tratado estos efecto a partir de la superposición de capas aunque como en los demás casos dependerá de cada diseñador, podemos recurrir a formas y estrategias diferentes dependiendo del caso y de nuestro propio estilo.