La identidad visual es la representación física de una marca. Es extremadamente importante porque comunica y refleja a los públicos la filosofía y los valores de la empresa. Una mala identidad visual puede transmitir una imagen errónea de la compañía, dañando su reputación corporativa, al igual que una identidad visual potente ayuda a consolidar una imagen fuerte y coherente. En tiempos donde la comunicación importa, y mucho, las compañías deben esforzarse para controlar qué comunican, asumiendo que siempre transmiten un mensaje, quieran o no. Diseñar una estrategia de comunicación es la única forma de orientar la imagen que los stakeholders van a asociar a la empresa y la identidad visual es, sin duda, parte de esa estrategia.
Las empresas se preocupan cada vez más por salir al mercado con una identidad visual meditada, atractiva y acorde con su espíritu y sus objetivos de negocio. Organizaciones con años de experiencia en sus respectivos sectores reforman sus identidades visuales para aludir en algunos casos al prestigio de su experiencia o intentando renovar su imagen para adaptarse al presente (como es el caso de Burger King o McDonalds). Grandes marcas, que son un ejemplo en cuanto a éxito en los negocios, han depurado su identidad visual durante años. Apple, por ejemplo, ha ido implementando cambios continuos hasta dar con las claves que la convierten hoy en una referencia en cuanto a diseño de marca. Pero… ¿Cómo se construye la identidad visual de una marca? Sigue leyendo porque eso es justo lo que voy a contarte en este post.
Planificación previa
Un requisito fundamental para que la identidad visual de una marca funcione es que sea coherente, coherente con el modelo de negocio, con los valores de la compañía y coherente en los elementos que la componen. Esa coherencia sólo se consigue con planificación en el proceso de creación y con un trabajo exhaustivo de investigación.
Marcas de nueva creación
Cuando una marca parte de cero, es lógico que exista cierta tendencia a la experimentación. Los negocios mutan con el tiempo y se redefinen para adaptarse a las necesidades del mercado (que está en constante cambio). Sin embargo, antes de empezar a diseñar la identidad visual de la marca es necesario responder a unas preguntas básicas:
- ¿Cuáles son la misión, la visión y los valores de la empresa?
- ¿Cuál es el modelo de negocio?
- ¿Cuál es el público objetivo? (A quién me dirijo como empresa)
- ¿Qué lugar quiero que la empresa ocupe en el mercado?
- ¿Cuáles son los objetivos de negocio?
- ¿Cuáles son los objetivos de comunicación?
Responder a estas preguntas es fundamental, porque son cuestiones que, como empresa debemos saber comunicar (ya sea internamente o al exterior). Si no sabemos responder a estas preguntas con palabras, ¿cómo pretendemos hacerlo con elementos visuales a través de la identidad corporativa?
Empresas con cierta trayectoria
En el caso de empresas con cierta trayectoria, compañías que quizás ya tienen una identidad visual pero que quieren reformarla, el proceso es similar. No obstante, en este punto hay que tener en cuenta la imagen corporativa actual de la marca que se ha ido consolidando a lo largo de la trayectoria de la empresa. La imagen corporativa es, en esencia, la imagen que el público tiene de la empresa, incluyendo los prejuicios que tenemos antes de conocer la marca y los juicios que formamos tras conocerlas y a raíz de la experiencia.
Una identidad visual bien construida resulta tremendamente útil a la hora de dirigir a los stakeholders a la imagen que, como compañía, nos gustaría transmitir. Si tu empresa ya está activa, antes de sumergirte en un proceso de reforma de la identidad visual, preocúpate por preguntar y conocer qué imagen tienen tus públicos de la marca. Cuando lo sepas, plantéate si esa es la imagen que quieres transmitir, qué parte de culpa (para bien o para mal) tiene tu identidad visual y qué debería aportar una identidad visual nueva.
Investigación: conoce la competencia, el contexto y el mercado
Al igual que es importante conocer la compañía para definir la identidad visual de la marca, conocer el contexto en el que va a desarrollarse la actividad empresarial ayuda a que el diseño sea más eficaz. Antes de lanzar tu marca, investiga qué funciona en el entorno en el que vas a participar y busca qué hacen otras empresas del sector, ¡aprender de los errores y aciertos de la competencia es una gran idea! En temas de identidad visual también existen modas y no conocerlas puede llevarte a crear una marca anticuada que haga que se te perciba en el mercado como una empresa desfasada y que no es capaz de asumir los retos actuales, actualiza constantemente tu cultura visual.
Crear un manual de identidad visual corporativa
El manual de identidad visual corporativa reúne todos los elementos que componen la identidad visual de la marca y es una herramienta muy útil que ayuda a conseguir uno de los objetivos más importantes de la comunicación de una empresa: la coherencia. A continuación, voy a contarte qué elementos son básicos en un manual de identidad visual corporativa y que, por tanto, deben definirse y diseñarse en el proceso de construcción de la identidad visual de la marca.
Misión, visión y valores
Ya te sonará esta parte, pero en los manuales de identidad visual suele incluirse. Es una forma de guiar el diseño del resto de elementos de la identidad visual de la marca que, obviamente, deben diseñarse para reforzar esos valores y para transmitir a los públicos la misión, la visión y el espíritu de la compañía.
Colores
Hay que definir cuál será la paleta de colores de la marca. Los colores tienen un poder fundamental a la hora de transmitir ideas a los stakeholders. Por ejemplo, el cambio de colores que ha hecho McDonalds ha servido a la cadena para transmitir un mensaje más adecuado a los tiempos, intentando asociar a su marca un nuevo concepto: productos frescos.
Pero una buena paleta de colores no solo ayuda a ser más coherentes con el mensaje que buscamos transmitir, hay marcas que han logrado que ciertas combinaciones de colores se asocien directamente a sus productos (como por ejemplo Levi ‘s, con el rojo y el blanco).
Tipografía
La tipografía es otro de los elementos visuales que componen la identidad de la marca. Al fin y al cabo podría entenderse como un timbre de voz. Que la empresa se comunique siempre con las mismas combinaciones tipográficas ayudan a los públicos a asociar los mensajes transmitidos a la marca, sin necesidad de ver otros elementos tan representativos como el logotipo.
Logotipo
Es quizás el elemento de identidad visual más representativo de una marca. Normalmente, tienen un gran poder simbólico por lo que es una de las herramientas más útiles que tiene la empresa de hacerse notar y de crear una imagen en torno a sus actividades. Contar con un logotipo característico y llamativo es fundamental porque te ayudará a estar presente en la sociedad en la que te desarrollas como empresa ¡Mira el caso de Starbucks! Es un buen ejemplo de cómo una empresa logra calar en los públicos a través de su logotipo, llegando casi a crear una comunidad en torno a este.
Contratar a un profesional para diseñar el logotipo de tu empresa es una buena inversión y hoy en día puedes a acceder a una gran variedad de diseñadores en plataformas online, por ejemplo, numerosos freelancers ofrecen sus servicios para el diseño de logos en Fiverr y hay ofertas para todo tipo de bolsillos y estilos.
En el manual de identidad visual deben incluirse las indicaciones de uso del logotipo: todas las versiones disponible y para qué debe utilizarse cada versión, tamaños permitidos, márgenes…
Elementos visuales de apoyo
Los elementos visuales de apoyo son muy útiles a la hora de adaptar tu mensaje a distintas plataformas y soportes. Si te comunicas en redes sociales, por ejemplo, puede que no quieras saturar todas tus publicaciones con el logotipo de la empresa, contar con otras herramientas visuales hará que aquellos que pasan de un post a otro rápidamente asocien esa publicación a tu marca, esté o no el logotipo. O en otros casos, pueden servirte para reforzar esa asociación a la marca en campañas publicitarias ¡Uber es un diez a la hora de utilizar elementos visuales de apoyo! Mira que uso más inteligente hacen de la “U” de Uber para crear marcos para las fotografías de sus marquesinas y vallas publicitarias.
Un último apunte: soportes
A la hora de diseñar la identidad visual es importante pensar en los soportes en los que va a comunicarse la marca, porque no todas las fórmulas visuales funcionan igual de bien en todos los soportes. Habrá elementos que funcionen muy bien en redes sociales pero que pierdan sentido en soportes físicos y viceversa. Tus piezas deben pensarse en base al destino que van a tener.