Adam Hillman es un artista que es capaz de hacernos sentir cientos de sensaciones distintas cuando vemos sus trabajos artísticos en los que usa como la materia prima a una gran variedad de alimentos que solemos llevarnos a la boca.
Alimentos que tenemos ahí todos los días y que seguramente nunca se nos había ocurrido juntar para crear un degradado de colores con docenas de huevos o la originalidad de abrir barritas de chocolate para dejar algunas bajo el plástico y otras al descubierto.
Esta es la principal idea de la obra de Adam Hillman que nos lleva ante una cuenta de Instagram con la que seguramente, después de contemplarla, nos iremos a la cocina para llevarnos algo a la boca.
Y es que es capaz de abrir el apetito de tal forma cuando veamos todos esos chupa-chus juntados los unos con los otros o como todas esas barritas de chocolate, con y sin sus plásticos, forman una curiosa y original obra de arte ante nuestros ojos.
Esos objetos diarios que nos llevamos a la boca son la materia prima de este artista que los usa para crear patrones dinámicos que son todo un manjar y delicia para nuestros sentidos, tanto el gustativo como el de la vista.
Esos ositos puestos uno encima de otro para crear una pirámide de colores, o esa fruta pelada y sin pelar que origina todo tipo de sensaciones a nuestro estómago; casi le oímos rugir queriendo llevar alguna a nuestra boca y así saciar el hambre.
La verdad que no faltan ejemplos como esas tazas de café vistas desde una vista superior que según el grado de leche que tengan tienen un tono más oscuro o claro y así las usa para crear un degradado y patrón más que original y creativo.
Os dejamos con su cuenta de Instagram y este test de color creado por el mismo Kandinsky.