Hoy en día es imprescindible tener una buena impresora si trabajamos con imágenes fotográficas en nuestros diseños o queremos imprimir nuestras fotografías digitales en buena calidad evitando ir a un laboratorio para que nos revelen y saquen en papel. A continuación quiero aportar dos impresoras y algunas de sus características, una de gran formato y otra de pequeño formato, cada una dirigida a un tipo de público diferente pero ambas de gran calidad.

Epson Stylus Pro 3880

Estamos ante una buena impresora de gran formato que imprime sin márgenes desde un A6 a un A2.

Sus tintas utilizan la última tecnología UltraChrome K3 con Vivid Magenta, un sistema de tintas con 8 colores diferentes que potencia la intensidad de violetas y azules para ampliar la gama de color.

Tiene una resolución máxima de 2880 x 1440 DPI y asegura una resistencia a la luz de las fotos en blanco y negro de hasta 200 años. Puede elegirse distintos tipo de tinta negra dependiendo del acabado y el papel que se vaya a usar. Cada cartucho puede llegar a imprimir unas 50 copias, una gran cantidad en comparación con otros modelos de estas características.

Además posee un sistema de alimentación de papel triple, es decir, hay tres formas diferentes de cargar el papel dependiendo del tipo: bandeja de alimentación automática, alimentador manual posterior para papel de arte y frente alimentador manual para soportes rígidos.

 

Canon Selphy CP800

Estamos ante una impresora fotográfica especializada de pequeño formato que cabe en cualquier escritorio por su pequeño tamaño por lo que es fácil de transportar, y además posee un pequeña pantalla de 2,5 pulgadas donde podemos hacer pequeños retoques básicos. El formato máximo que llega a imprimir es el de una postal. La calidad de sus tintas responde a unos 100 años de duración, y cada cartucho aguanta unas 36 copias.

Además este modelo aplica una capa protectora a las fotografías que las protege de manchas y salpicaduras.

fuentes: fotografia.com, latiendadelcad