Cualquier diseñador que se precie debe tener unos conceptos básicos de teoría de color.
Como base hay que saber diferenciar entre los espacios de color RGB y los CMYK, ya que es la única forma de comprender el trabajo que tendremos que llevar a cabo.
Los monitores, cámaras digitales, escáneres e impresoras trabajan con RGB, mientras que las imprentas se basan en CMYK.
RGB
Son las iniciales de los colores aditivos en inglés (R= red, G= green, B=blue), y son los colores luz.
La suma de los tres colores, en la misma proporción, forma el color luz blanco. Y las combinaciones de rojo, verde y amarillo forman las distintas gamas de color.
CMYK
Son las iniciales de los colores sustractivos (C= cyan, M= magenta, Y=amarillo, K= negro), es decir, de los colores pigmento. La suma de los tres primeros, denominados colores primarios, forma el color negro, y sus combinaciones las diferentes tonalidades dependiendo de las proporciones.
Si observamos el círculo cromático podemos ver los distintos colores que pueden obtenerse con las combinaciones de los colores primarios. Los colores enfrentados en el círculo son los denominados colores complementarios y sus combinaciones pueden servirnos para crear un buen diseño con gran colorido ya que son los más contrastados entre sí, aunque hay que tener cuidado ya que funcionan de una forma muy peculiar.
Por ejemplo el amarillo es el color complementario del violeta.
Con esta base debemos saber que si vamos a crear un tipo de archivo que va a ser visualizado en un monitor deberenos hacer un RGB, mientras que si se trata un documento que posteriormente va a ir a imprenta como un catálogo o un libro trabajaremos en un espacio de color CMYK.
Imágenes: tocomaderautilybonito, tallerjuanherrera
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