Hacía tiempo que no dedicaba un artículo a hablar sobre el mundo del séptimo arte así que en el de hoy me voy a recrear bastante. Como muchos sabréis soy fanático de la obra de Tim Burton y no podía seguir retrasando más un artículo dedicado al análisis (bastante sencillo por cuestiones de espacio eso sí) de su estética y los fundamentos de su técnica. En concreto hoy me voy a centrar en una de las muchas influencias que ha recibido nuestro artista, más concretamente la influencia de la escuela expresionista alemana.
Os recuerdo que el Expresionismo es una corriente artística cuya piedra angular y concepto base es la expresión de las emociones desmedida, limpia, humana y muy lejos de la representación objetiva y racional. Quizá eso es lo que la hace tan atractiva, el carácter humano, cálido y primitivo que contiene. La realidad (o lo que nos dicen que es la realidad) no importa. Lo que importa es el interior y la dimensión interna de los seres humanos y personajes representados. Se buscará llegar a la emoción a toda costa y sirviéndose de estrategias y elementos de lo más artísticos. A continuación os presento una serie de características definitorias de esta corriente. Si veo que este tipo de artículos despiertan interés en vosotros, escribiré sobre cine y análisis narrativo más a menudo. Al fin y al cabo el cine es una forma de diseño y su conexión con la gráfica es totalmente directa.
La escenografía
El tratamiento que el expresionismo da a la escenografía es posiblemente uno de los núcleos más importantes de la estrategia expresiva de su discurso. Generalmente las películas se rodaban en decorados y los espacios no eran tratados con una profundidad real sino que se hacía uso del telón pintado en los fondos. Las líneas oblicuas dibujaban escenarios imposibles, casi laberínticos. Los ejes se rompían vertiginosamente con formas espirales logrando un ambiente inestable, a punto de quebrarse. Los escenarios adquirían un carácter psicológico, una representación emocional de los personajes y el propio tinte de la historia. De este modo se representaba la complejidad de la psique humana y los diferentes planos internos del individuo. Buenos ejemplos de ellos fueron Genuine o Desde el alba a medianoche. También hubo excepciones como Metrópolis de Lang que fue rodada en escenarios naturales. En la actualidad con el uso de técnicas digitales e informáticas la capacidad de creación ha aumentado considerablemente.
La iluminación
El claroscuro entendido como la técnica para acentuar el contraste entre las luces y las sombras proporcionaba un subrayado de los relieves y el contorno de los objetos, rasgos físicos y escenarios. El antecedente de la iluminación del expresionismo se encuentra en la iluminación de los teatros de Mac Reinhardt. La iluminación se centraba en la base del escenario para subrayar las formas y acrecentar esa sensación vertiginosa, incontrolable y humana al mismo tiempo. El uso de grandes proyectores sobre los costados de los escenarios y el diseño de decorados con grandes salientes facilitaban la tarea. Buenos ejemplos serían Metropolis o La muerte cansada, las dos de F. Lang. Este rasgo se da en la mayoría de películas de Tim Burton.
El paisaje natural y el estudio
La concepción expresionista del espacio resulta tremendamente interesante. Para nuestros artistas no era más que una extensión de los personajes. El espacio era otra dimensión propia de los seres que representaban y ambos conformaban una unidad indivisible. Entre los protagonistas y los espacios que ocupaban existían vínculos demasiado primitivos, profundos, íntimos; que el espectador tenía la fortuna de contemplar e incluso habitar. La perfecta comunión entre ambos elementos se producía a través de la construcción de paisajes artificiales que parecían ser un reflejo del universo interno de los individuos. Esto actúa como ya hemos dicho anteriormente como un elemento tremendamente característico, de vital fuerza y potencia expresiva que jamás deberemos pasar por alto. Gracias a estas construcciones podremos introducirnos literalmente en el universo emocional, en la materia más etérica o abstracta de nuestras figuras, podremos comprenderlos realmente, o mejor aún, podremos sentir lo que ellos sienten, experimentar sus emociones más íntimas con total nitidez. Generalmente se tendía a desarrollar las construcciones y ambientaciones en estudio lógicamente por la posibilidad de construcción y manipulación artística, pero también hay algunas excepciones.
Los personajes
La configuración de los personajes tiene una relación directa con la literatura más romántica. La ambigüedad, el desdoblamiento y lo polifacético serán rasgos esenciales en esa construcción. El amor será el eje de influencia principal y el trasfondo de las tramas. Lo que moverá a los personajes y los hará evolucionar siendo la causa de su sufrimiento (que será tratado con naturalidad y crudeza). Una característica importante en el desarrollo de esta evolución será el tratamiento de un desenlace catastrófico o por lo menos tendente al final amargo. La oscuridad psicológica e incluso física de los personajes será una recurrente, aunque este aspecto siniestro a menudo será acompañado de una personalidad apacible, inofensiva. De este modo se jugará con las apariencias y las inconcordancias entre la configuración formal o física de los personajes y su universo interno. De hecho aquellos personajes que aparentemente resulten inofensivos tendrán un trasfondo peligroso, macabro. Las referencias al mal y al demonio serán también muy utilizadas para jugar en una dialéctica dual. El bien y el mal, el amor y el miedo, serán ingredientes imprescindibles. El gabinete del doctor Caligari es un buen ejemplo de ello.
El vestuario
Junto con la escenografía constituirá uno de los pilares expresivos por antonomasia. Capas, sombreros, copas, maquillaje blanco y elementos extravagantes servirán como el vehículo adecuado para transmitir conceptos, emociones y dimensiones humanas. La texturización será importante y del mismo modo que los decorados presentan salientes y hendiduras, la piel de nuestros personajes también lo hará.
La interpretación
Encontramos una representación y dirección actoral bastante teatral. La intensidad de los movimientos de los personajes, la gesticulación exagerada, el tratamiento coreográfico así como los juegos con la proxémica y la kinésica se llevarán al extremo. Dureza, fuerza y emociones limpias que salen a flote sin ningún tipo de represión serán la baza que conducirá a nuestros héroes más tétricos por los límites de la emoción y la narrativa.
Las sombras
La simbología adopta conceptos clásicos como la luz y la oscuridad. Las tinieblas, lo negro y lúgubre hablará en boca de lo amenazante, como un presagio del peligro, la densidad del horror o incluso la melancolía. La luz se manifestará en contadas ocasiones para tratar emociones puras como el amor o la calma. Las sombras de los personajes se manifestarán en su auge pululando por las paredes, gigantes, repletas de poder y conocimientos sobre la historia. ¿Ejemplos? Espectros de 1916 o El gabinete del doctor Caligari.
Tim Burton y el expresionismo
Después de analizar los elementos más característicos del expresionismo alemán, no nos quedará ninguna duda de su estricta influencia sobre el grandísimo Tim Burton. Luces y sombras, siluetas, escenografía puramente delirante, uso de contrapicados, personajes sombríos… ¡Aquí te dejo una prueba de todo ello en forma de vídeo!