Las esculturas sirven para erigir la figura humana o animal de aquello que en su momento se tornó como símbolo de firmeza, fuerza o femineidad. Ha sido diversos los movimientos artísticos que han tomado a la escultura como una de las formas de llegar al espectador al igual que al intelecto humano para moverlo lo suficiente para encontrarnos a día de hoy con un tipo de arte que parece dejado para los museos.
Pero no son solamente los museos, sino que hay artistas como Elise, de Asia, que ha sido capaz de encontrar una forma de vida y trabajo con una serie de esculturas de gatos que están calcadas de las propias mascotas de los dueños. Son estos los que han deseado tener una réplica de su gato para que así pueda recordarle cuando sea ésta el que pasa a mejor vida.
Elise es una artista asiática que está trabajando en miniaturas realistas de estatuas de gato que todos sus clientes guardan por distintas razones. Casi las mismas por las que guardamos como tesoros algunas fotos o aquella estatua comprada en aquel mercadillo cuando fuimos a visitar otro país o ciudad.
La primera estatua que esculpió fue la de su propio gato allá por 2015, para que se haya convertido en un oficio al ser contratada para prestar sus servicios como artista que crea réplicas exactas de las mascotas de los dueños.
En total son 30 días los usados para terminar una estatua de una mascota. Estatuas que están creadas a mano y que no solamente son una representación en imagen de sus gatos, sino que intenta invocar su espíritu y carácter con el gesto. Al igual que les ocurre a los retratistas.
Elise tiene su sitio web y su Instagram para que podáis seguir sus llamativas esculturas que para los amantes de los animales y los gatos seguramente les saltará la curiosidad por tener una propia de su mascota; lejos en la concepción de estas esculturas «pixeladas».
Cristina Berrios Maldonado Marcos Israel Escalante Maldonado mirad esto
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