La iglesia de la trinidad en Marylebone, Westminster, creada especialmente para celebrar la muerte de Napoleón, no ha sido usada como un espacio para el arte desde los años 30, pero esto no ha parado los pies al artista Paul Fryer para que instale una terrorífica estatua de Satán en su interior.
La pieza, titulada como «Lucifer», es una escultura que representa al demonio enredado en un conjunto de cables. La estatua tiene la misma proporción de lo grotesco y lo bello, al enseñar a Lucifer como una criatura oscura con unas inmensas alas blancas creadas con plumas reales. Intenta expresar su origen puro y como su caída a la tierra se pasa a lo más oscuro del ser.
Pero lo que puede dar incluso más la sensación de tenebroso es en el lugar donde se encuentra levitando gracias a esos cables que mantienen a la escultura y que están conectados a las vidrieras de la propia iglesia.
Lo que no se sabe es la intención real de Fryer para esta escultura y su ubicación en esta iglesia. De todas formas, tenemos que saber que no es la primera vez que este espacio ha servido para otras exposiciones lúgubre como aquella en la que aparecía un mono crucificado en el centro de la iglesia.
Paul Fryer es un artista que hace especial atención por lo lúgubre y lo tenebroso. Desde su sitio web podemos encontrar como es un artista que no deja indiferente a nadie con sus esculturas y proyecciones que tocan todo tipo de temas, incluso alguno sensible como sentar a Jesucristo en una silla de madera con la corona de pinchos en su cabeza.
Tenéis su web desde este enlace para seguir su trabajo y alguna de sus exposiciones que intentarán revolverte un poco por tus adentros y conmocionar tus ideas.
Por esos parajes internos nos vamos hacia la psicodelia.
No es una iglesia. Es One Marylebone, un recinto para eventos.