El universo gráfico no ha permanecido impasible a la presencia del movimiento retro. Todos conocemos su apariencia y lo reconocemos si nos lo encontramos en cualquier lugar, pero… ¿hasta qué punto conocemos las implicaciones de este término y su relación con el concepto vintage? ¿Sabrías diferenciar si una obra pertenece a una estética u otra?
Ambas tienen algo en común: Evocan el pasado y rinden culto a los modelos artísticos que reinaban en la antigüedad. El origen etimológico de la palabra vintage, proviene de la evolución del vocablo latino «vindemia» y se solía emplear para hacer referencia a lo vinos más antiguos y de mayor calidad. Esta palabra mutó y atravesó los límites de la moda adquieriendo un nuevo significado: Todos aquellos elementos del mobiliario, vestuario o cualquier tipo de complementos que tuviesen una antigüedad mínima de veinte años y aportasen estéticamente valores del momento en que fueron diseñados, se convertirían en auténticas reliquias. Tesoros de tiempos pasados.
Pero el término retro se ha mezclado con el término vintage, que aunque tienen muchas características comunes, realmente son diferentes y hacen referencia a tendencias diferentes. Los elementos vintage son todas aquellas obras que originalmente provienen del pasado sin recibir ningún tipo de modificación al menos no han sufrido modificaciones importantes. Se trata de creaciones de otras épocas que se han conservado y como un buen vino, el tiempo les ha ido otorgando cada vez más valor. Las creaciones o composiciones retro son creaciones actuales, llevadas a cabo con procedimientos actuales pero imitando las pautas o modelos creados en la antigüedad. De este modo, todas las propuestas gráficas que elaboramos como diseñadores, son propuestas retro.
A este respecto compartiré con vosotros algunas obras del diseño gráfico de ambos tipos:
Composiciones vintage
Composiciones Retro