Si estás adentrándote en el mundo de la fotografía artística o bien de la grabación en vídeo en estudio, puede que sea el momento de empezar a trabajar sobre la iluminación. Sobre todo si pretendes hacer retratos fotográficos bastante expresivos, deberás tener al menos unas nociones básicas ya que lo que nos interesará resaltar de nuestro modelo es precisamente su volumen, sus contrastes, su textura, crear una sensación plástica potente. Puede que contemos con modelos excelentes y con un buen ojo, pero sin una iluminación correcta, podemos correr el riesgo de aplanar nuestra imagen y esto evidentemente restará profesionalidad a nuestras propuestas.
Si eres principiante en este campo, no te preocupes, con un poco de paciencia práctica y curiosidad podrás adquirir los conocimientos necesarios. A pesar de que muchos temen enfrentarse a un trabajo de iluminación, deberás de saber que la iluminación es uno de los recursos expresivos más potentes que existen y que está a nuestra disposición. En ningún caso deberemos verlo como una restricción, sino como una potencialidad. Para ayudarte con esto, te ofrezco diez posiciones básicas para iluminar a nuestros personajes tomando como referencia el rostro:
- Iluminación totalmente frontal: La conseguirmos invariablemente si utilizamos flash (en cualquiera de sus modalidades). Aunque hemos de puntualizar que si escogemos un flash anular la iluminación será bastante más difusa. Con este tipo de iluminación lograremos eliminar las sombras en su totalidad y por ello impedieremos moldear los volúmenes del rostro. La problemática de escoger esta opción reside en la aparición de brillos antiestéticos en el rostro si la piel de nuestro modelo es mínimamente grasa o posee algún rastro de sudor. Es la alternativa más sencilla ya que no importará el ángulo de la imagen o la posición del protagonista.
- Iluminación frontal elevada: Ideal para enfatizar la zona de las cejas, los pómulos y el cuello. La línea de claroscuro que delimita el pómulo facilita la apariencia de delgadez y nos proporciona una estética mucho más afinada, aunque en cualquier caso puede ser acentuada o suavizada con el uso de maquillaje. Además la zona del sombreada del cuello nos ayudará a reforzar la idea de tridimensionalidad y nos traerá el rostro a un plano más cercano a cámara. Por otro lado, la sombra de la mirada nos proporciona un alto grado de expresividad y potencia el efecto creado a través del maquillaje con las sombras de ojos. La estructura general de las sombras es totalmente equilibrada por lo que nos ofrece un concepto interesante. Cuando la fuente de luz frontal se eleva recibe el nombre de «cenital frontal».
- Iluminación lateral central: Gracias a esta desaparece la simetría en el juego de sombras y contrastes. Un lateral se pierde en sombras mientras que el otro destaca y es resaltado por la potencia de la luz. Este efecto nos permitirá favorecer un aspecto mucho más esbelto, por lo que generalmente es utilizado para adelgazar el rostro. Pero, debido a que la fuente de luz está ubicada a la altura del rostro, aparece un campo considerable de claroscuro en la mejilla opuesta que multiplica si además el modelo posee un rictus destacado. Este campo no es favorable a nuestra composición. Si modificamos el ángulo entre la luz y el propio rostro crearemos variaciones interesantes. Si lo aumentamos el ojo más alejado desaparecerá notablemente entre las zonas de sombra y si continuamos en su apertura, llegará un punto en el que creemos simetría pura partiendo el rostro en dos, un perfil sombreado y otro iluminado. Con esta modalidad la sombra que proyecta la nariz es bastante destacable.
- Iluminación lateral elevada: De esta forma mantendremos las características presentes en la anterior modalidad y definiremos una línea bajo la mejilla opuesta que enfatizará el perfil y destacará notablemente el pómulo, además desaparecerán las zonas confusas de claroscuro en el rictus facial aportándonos gran información expresiva. También aparecerá una estructura de triángulo invertido en el ojo contrario. Este es probablemente el recurso más utilizado para dar un papel importante a las sombras sin renunciar a los rasgos más expresivos de nuestro modelo.
- Luz de relleno: Partiendo de la iluminación anterior, añadimos otro foco de apoyo en la zona contraria con la intención de reducir las sombras creadas por la luz principal, pero no desaparecerán solo disminuirán en intensidad. Con esta alternativa perderemos la cualidad para estilizar o adelgazar los rostros pues recuperará su carácter horizontal. Estaría bien que comenzásemos utilizando una intensidad de dos diafragmas inferior a la luz principal. Deberemos prestar atención cuando establezcamos el ángulo de incisión en esta segunda luz, ya que una mala posición influiría acentuando las zonas iluminadas y podríamos quemar nuestra fotografía. Esta modalidad es la más natural pues es la que suele estar presente más a menudo en nuestra vida diaria en condiciones normales de iluminación.
En la segunda parte de este tutorial veremos otras cinco posiciones que te podrán ser de utilidad. ¿Te ha resultado útil? ¿Tienes alguna aportación?