Su trayectoria se compone de una década de trabajar con estos plásticos, transformándolos, cortándolos, calentándolos y ensamblándolos con otros. De manera que ha desarrollado una producción muy amplia aplicando todos sus conocimientos de reciclaje para crear piezas de arte y diseño con un valor estético muy marcado.
Para ello apela a mejorar la estética del material utilizando colores contrastantes y jugando con las diferentes opacidades. Por otro lado, aprovecha la baja densidad del material para generar texturas y juegos de formas.
Es sí como produce esculturas con formas de animales e instalaciones de jardines con sentido fantasioso y estética lúdica. Además ha diseñado colecciones compuestas de objetos de consumo como lámparas de salón, candeleros, espejos, vajilla y muebles.
Durante todos esos años ha conseguido recolectar más de 3000 botellas PET de 72 países diferentes y ha desarrollado sus propias técnicas de manipulación del plástico. Por esta razón ha creado el museo de la botella PET en conjunto con su marido Michal Cihlá. Tal espacio busca servir como herramienta para la preservación de estos objetos tan efímeros a lo largo de la historia. Su colección sirve de testimonio de la evolución del diseño de las botellas de plástico
Pero como si eso fuera poco, su interés y compromiso con el material la han llevado a desarrollar una investigación sobre el PET. En consecuencia podemos encontrar información muy completa sobre este tema en su sitio web. Aquí habla de temas como el proceso de producción, pasando por el procesamiento del este como deshecho hasta la ejemplificación de usos atípicos y originales.
A continuación te mostramos algunos de sus proyectos más representativos. Sin embargo, si quieres ver toda su colección puedes visitar su sitio web y sorprenderte.
Jardines
Esculturas de animales
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