La delicadez que puede otorgar el talento, como sucede en el mundo de la animación japonesa, y la sabiduría sobre una maestría de una técnica artística en concreto, puede dar a bellas representaciones de la sinfín variedad de seres vivos que pueblan este planeta.
El artista japonés Noriyuki Saitoh juega con esa delicadez para que con su mano pueda llevarnos ante bellas esculturas de insectos realizadas con un material bien peculiar, el bambú. Esas esculturas bien pequeñas en tamaño, son capaces de inspirarnos lo suficiente para dejarnos un poco entusiasmados por la gran capacidad artística de Saitoh.
Unas esculturas de insectos con muchos detalles y que cada una de ellas es capaz de mostrarnos lo que es una libélula, una mantis religiosa o una misma mariposa. Si uno se centra en los detalles, puede encontrar la gran habilidad en el uso del bambú para poder confeccionar toda esa galería de imágenes que nos deja embobados.
La intención de Saitoh y su equipo es representar exactamente esos insectos en su mismo tamaño natural. Reproducen las esculturas al mismo tamaño, aunque dejan que la proporción juegue más con el arte que con la propia realidad de cada una de las mariposas que nos muestran en su repertorio de insectos.
Toma las medidas exactas de cada uno de los invertebrados que son capaces de dibujar con ese material como es el bambú, para solaparse para que encontremos algunos de los insectos más reconocidos por todos.
Incluso llega a ser capaz de que nos confundamos para encontrar esos detalles que nos devuelvan la sensación de que estamos ante una pequeña obra de arte, en vez de un ser vivo real que sería capaz de salir volando ante nuestra sorpresa.
Tenéis a Saitoh desde su propia web, y su Facebook, para que os quedéis asombrados por la atención en el detalle que brinda este artista a su obra.