En muchas ocasiones hemos compartido con vosotros bastantes selecciones de logotipos inspiradoras y hemos incidido en muchas ocasiones en el proceso de diseño de logotipos e imágenes corporativas. Aunque el diseño y el arte son cosas diferentes, sí que es verdad que ambas ramas poseen unos vínculos innegables y que de forma inevitable se retroalimentan. Por ello me gustaría analizar algunas de estas conexiones en una nueva serie de artículos en la que relacionaremos las corrientes artísticas más relevantes de los últimos tiempos con el diseño de logotipos.
Me gustaría empezar este especial con una escuela tremendamente representativa, La Bauhaus que refleja muy bien las conexiones que existen entre el mundo del arte y el diseño gráfico.
Etimológicamente, Bauhaus significa “casa de la construcción” y aunque fue en buena parte una escuela de arte, lo cierto es que aglutinó algunas otras disciplinas como la arquitectura y el diseño. Su origen se remonta al año 1919 en Alemania y podríamos decir que su padre fue el arquitecto Walter Gropius. No fue una escuela arqutípica sino que muy al contrario sobresalió hasta el punto de ser considerada por numerosos estudiosos como la mejor escuela de arte y diseño del siglo XX. Después de la primera Gran Guerra Gropius se propuso desarrollar una nueva escuela de arte pública y a nivel estatal. El principal aliciente de este proyecto, y que hizo un gran favor al diseño gráfico por cierto, fue la de incluir dentro de él las escuelas de artes y oficios. Esto se transformó en una revolución a todos los niveles ya que a nivel social suprimía cualquier clase de diferencia entre dos figuras base en el mundo del arte: La del artista y la del artesano. Equiparando ambas figuras a un mismo nivel el diseño gráfico se concebiría a partir de entonces como una tendencia artística compartiendo el mismo valor y estima que la pintura o la escultura. Todo ello hizo que ya desde un primer momento provocase grandes repercusiones en el panorama artístico y estuviese siempre envuelta en debates y polémicas. Lo cierto es que no hay duda de que los fundamentos propuestos por nuestra escuela necesitaron, sobre todo contextualizándolo a nivel histórico y social, de una gran valentía por todos aquellos precursores. Además, los métodos de trabajo que emplearon resultaron novedosos y revitalizaron la forma de comprender cada una de las disciplinas inmiscuidas algo que llamó la atención de la dimensión educativa y docente e hizo que la comunidad de profesores y alumnos implicados en la corriente se multiplicase vertiginosamente. Junto con Gropius estuvieron desde el principio figuras de la talla de Paul Klee, Vassily Kandinsky, el pintor y diseñador Oskar Schlemmer, o el diseñador y fotógrafo Moholy-Nagy; en definitiva, algunos de los artistas más innovadores de la época.
¿Dónde surgió y qué rasgos caracterizan a La Bauhaus?
Nuestra corriente se fundó en Weimar, Alemania y podríamos decir que más que un centro de estudios o una corriente de corte académica se convirtió en una filosofía o modo de vida logrando trascender las limitaciones impuestas en la sociedad de entonces. Comparte ciertas similitudes con los postulados del Art Decó y fue una base clara para el posterior surgimiento del minimalismo (recordemos que este último surgió después de la Segunda Guerra Mundial) ya que entre sus características principales y líneas de desarrollo de encuentra la idea de racionalizar. Nuestros artistas concebían el proceso de creación desde un prisma que trataba de eliminar y suprimir todos aquellos elementos superfluos con el fin de lograr una descomposición en el diseño en sus elementos más básicos. A continuación veremos de una forma más gráfica estos ejemplos adaptados al diseño de logotipos y a la identidad gráfica y corporativa.
Identidad corporativa y diseño de logotipos
Desde una perspectiva artística, la Bauhaus también incluye dentro de sus propuestas unas líneas de trabajo bastante similares a las empleadas por los constructivistas rusos que también bebían de la simplicidad y la valentía a la hora de hacer propuestas. El resultado de sus trabajos era una fácil asimilación por parte del público debido a la falta de ornamentos y su componente sencilla, brutal y al mismo tiempo bella. A nivel cromático encontramos colores y gamas que son muy representativas destacando los colores rojos y los colores negros. Aunque estas dos opciones son muy representativas lo cierto es que cualquier color que tuviese un acabado limpio y que formase parte de una composición plana y constrastada funcionaba muy bien como identificativo de este movimiento. En el cine también hubo una repercusión y un buen reflejo de ello son las películas de Wes Anderson, sobre todo Los Tenenbaums, en donde se hace un uso acusado de la tipografía Futura, una fuente que a pesar de que no fue creada en la Bauhaus, si que fue desarrollada en la misma época y posee connotaciones muy racionalistas así como una estética de vanguardia.
Como os habréis dado cuenta todos estos rasgos, entendiéndolos a grandes rasgos bajo un minimalismo equilibrado, pueden encontrarse aún hoy en el diseño moderno siendo muy buenos ejemplos los logos de Faboo Taboo y Axion.