Como diseñadores hay que saber que una marca es un conjunto de atributos, tanto tangibles como intangibles. Estos atributos, trabajados de manera correcta, añaden valores a las empresas que los tienen. La marca, aporta identidad y personalidad a un producto o marca.
Algunos de los atributos que se les da a la marca, se entienden mejor otorgándoles valores humanos, es decir, personificamos la marca para que se le reconozca. Estos valores, pueden ser por ejemplo innovación, modernidad, seguridad, cercanía, etc.
En este post, vamos a hablarte sobre la personificación de marca, por qué funciona y veremos diferentes ejemplos para comprenderlo del todo.
Entendiendo qué es la personificación de marca
El recurso de personificación, persigue el objetivo de humanizar por medio de atributos y personalidad a una marca. Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta, es que en muchas ocasiones, esas marcas son asociadas con la imagen de personas reales o imaginarias, famosas o de la calle, o incluso con animales o personajes animados.
Un ejemplo claro de personalización es el de la empresa Línea Directa, en el que Matias Prats funciona como un recurso publicitario. También, ocurre lo mismo con el actor George Clooney y Nespresso. Apoyarse en un personaje famoso para publicitar un producto ya no solo es un recurso publicitario, sino que puede considerarse una personificación de la marca publicitada.
Como hemos comentado, no es necesario que la persona que cumple esa función de reclamo tenga que ser de carne y hueso. Es decir, lo vemos de forma clara con el asistente virtual, Alexa.
Cómo aplicar el valor de personificación a una marca
Una marca, consiste en un conjunto de atributos que añaden valor e identidad a la empresa detrás de esa imagen corporativa. Es el elemento diferenciador en el mercado.
Nosotros como personas, hemos utilizado la personificación como medio para entender el mundo en el que vivimos. Cuando nos referimos a las marcas funcionan igual, se le atribuyen características o valores que las hacen más deseables, más cercanas, humanas, etc.
Al buscar atributos para las marcas con las que estamos trabajando, se está potenciando el componente emocional lo que nos ayudará a conseguir conectar el público.
Antes de comenzar con la fase de estrategia de personificación, hay que plantearse diferentes cuestiones para trabajar de manera correcta.
Estamos rodeados de un sinfín de marcas, y cada una de ellas es diferente, tanto en diseño como en valores, no a todas les interesa conectar con un mismo público. Existen productos y marcas, que no creen necesario esa popularización.
Un punto importante que tenemos que tener en mente, es saber cuál va a ser el objetivo principal cuando se comience a trabajar en el proceso de personificación. Qué es lo que queremos conseguir, qué camino va a darnos mejor resultado. La estrategia que se siga con la marca, debe tener coherencia.
Cuando tengamos clara la estrategia de personificación que vamos a seguir, lo siguiente es definir los usos, es decir, en que momentos y con que finalidad va a aparecer esa personificación.
Seguir la estrategia de personificación, puede llevarte a conectar la marca con la que trabajas con el publico de una manera más rápida, al mostrarse esa personalidad creada. Son muchas las marcas a nivel mundial que utilizan este recurso para crear engagement y además impulsar sus ventas.
Algunos ejemplos de personalización de marcas
Don limpio
Todos conocemos al personaje Don Limpio, creado por Linwood Burton, un empresario del sector limpieza. En el año 1958, vendió su producto a la empresa Procter & Gamble, lo que le llevo a convertirse en el detergente liquido más vendido, además de ser el primero en utilizar un envase de plástico.
El personaje de Don Limpio, funciona como la personificación de la marca de productos de limpieza. En sus inicios era un marinero, pero fue evolucionando hasta convertirse en el genio de la limpieza. Un personaje caracterizado con pendiente, musculado con los brazos cruzados, y con el don de aparecer de manera mágica en los hogares en el momento más oportuno.
Muñeco de Michelin
Este personaje animado creado a partir de neumáticos tiene más de 100 años, y es la imagen representativa de la marca Michelin. No solo es un personaje animado, sino que varios profesionales del mundo gráfico, revistas y periodistas del automóvil, lo eligieron como logotipo en el siglo XX. A día de hoy, sigue siendo uno de los ejemplos más claros y reconocibles de personificación.
Chocolates M&M´s
Todos conocemos los snacks dulces recubiertos de chocolate de colores de esta marca. La marca, con la estrategia de darles vida a estos personajes ha conseguido que el consumidor conecte cada vez que los ven en diferentes soportes audiovisuales.
Quien se puede olvidar de estos divertidos personajes que nos hacen divertirnos con cada una de sus aventuras.
Rastreator
En esta lista, no podía faltar una de las marcas que todos hemos visto en la televisión a lo largo de muchos años. Esta marca, ha ganado reconocimiento gracias a mostrar en sus campañas un perro. Gracias al uso de este animal, la marca da una imagen divertida.
Bimbo
El osito de Bimbo, es otro claro ejemplo del uso de la personificación en publicidad. La primera vez que se conoció Bimbo, fue en el año 1945. El osito que todos conocemos, fue creado por Jaime Jorba como imagen de la empresa.
Conejito de Duracell
El conejo de las pilas Duracell es otro ejemplo de esta técnica en publicidad, ya todos sabemos que duran y duran. Cada vez que aparece la mascota, más cercana y real se vuelve la marca de pilas. Se ha convertido en un icono de la marca, que a muchos de nosotros no lleva acompañando años.
Nespresso
Nunca, unas capsulas de café había sido tan elegantes y sofisticadas. Nespresso con la imagen de Geoge Clooney, ha conseguido que sean muchas las personas que le atribuyan esas cualidades a las capsulas de café para sus máquinas.
En definitiva, son muchas las marcas que seguirían en esta lista como Popitas, Conguitos, Kellogs, etc. La técnica de personificación permite a una marca encontrar una mayor conexión y relación con los espectadores. Por medio de adjudicarles valores humanos, es más fácil su identificación.