Una buena portada es la primera impresión que va a tener un lector con una obra. Cuando esta está bien elaborada, aunque al autor no se le conozca, va a llamar la atención, y eso puede hacer que las ventas se disparen. Pero, ¿cómo hacer portadas de libros creativas?
¿Hay alguna forma de seguir un patrón para conseguirlo? ¿Es tan importante la portada que el interior no importa? De todo esto, y de mucho más, es de lo que te hablamos a continuación.
Por qué el diseño de una portada es tan importante
El mercado literario no deja de sacar libros. Cada semana salen varias decenas. Y eso implica que la competencia es dura. Muy dura. Por eso, es habitual que las portadas no solo ayuden a diferenciar las obras, sino también a destacarse sobre las demás.
Hay varias razones por las cuales la portada es muy importante, algunas de las cuales son:
Atracción
Ocho segundos. Ese es el tiempo que tiene una portada para atraer o alejar a los lectores. El objetivo es el que despierte la atención de esos lectores, que cojan el libro y lo ojeen para ver si realmente les gusta el argumento.
Sí, es verdad que puede hacer que al final no se lo lleven, pero al menos le dedican parte de su tiempo a interesarse por el libro, algo que, en ocasiones, no se tiene si la portada no los captas.
Transmite la esencia
Una de las primeras características en las portadas de libros creativas es que esta capte la esencia del libro. Imagina que la historia es un thriller policíaco y que resulta que de portada has puesto una pareja besándose.
Lo más normal es que las personas interesadas en ese género literario pasen del libro pensando que es romántico, y no policíaco.
Las portadas tienen que reflejar toda la historia, una especie de resumen visual de lo que un lector se puede encontrar. Por eso, puede utilizar personajes, ubicaciones, etc. para poner en antecedentes al lector. Eso sí, sin desvelarle el final o acabará por no gustar.
Diferente de la competencia
En este punto, a la hora de hacer portadas creativas de libros tienen que salirte de la norma. Es decir, es necesario que no sigas las modas porque al final acabarás con los mismos elementos de otros libros de la competencia.
Ideas para crear portadas creativas de libros
Como no queremos quedarnos solo en la superficie, a continuación te vamos a dar algunas ideas que puedes llevar a cabo para dar ese toque original a las portadas de libros.
También te vamos a dejar ejemplos para que puedas ver de lo que te hablamos, así será más fácil inspirarte a la hora de llevar a cabo una. ¿Empezamos?
Espacios en blanco que destaquen
O mejor dicho, que hagan que la atención de ese lector o lectora vaya directamente ahí. De esta forma, podrías colocar ahí el nombre del autor, o el título, y al estar sobre un fondo blanco (sobre otro de portada) destacará.
Un ejemplo de esto es The Wealth of Nations, de Adam Smith.
Usa el color como énfasis
Imagina una portada con un fondo blanco. O en blanco y negro. Y, de repente, le das pinceladas con un tono rojo. Sin duda va a destacar sobre estos dos colores, porque enfatizará y pondrá puntos focales en los que los lectores van a fijarse.
Por ejemplo, una imagen de un rostro de mujer. Todo en escala de grises. Pero ponemos en rojo el nombre del autor, el título y también los labios de la muchacha.
Puedes ver otro ejemplo en Love Notes, de Louise Reed.
Apuesta por el 3D
¿No te lo habías planteado? En realidad, hay muchas portadas que han apostado por esto, incluso de hace años, como por ejemplo Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne, o La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson (busca la edición de Carlo Giovani y la de Bomboland para encontrarlas en 3D).
El objetivo es darles algo de dimensión, de tal forma que, colocadas sobre la mesa de una librería, van a destacar y la persona que lo vea pensará que es cuasi real.
La tipografía es la estrella
Cada vez más. Ahora, aunque las imágenes son importantes, y más en las portadas, la tipografía está siendo más protagonista, de tal forma que ella misma se convierte en la imagen de las portadas creativas de libros.
Así que no te dé miedo a probar con distintas tipografías, a centrar todo el diseño en ellas, porque en sí mismas pueden convertirse en lo que buscas.
Usa imágenes que inciten la imaginación
Incluso que jueguen a dos bandas (porque puedan significar varias cosas). Es algo que no siempre funciona, cuidado. O que incluso pueda causar polémica. Pero bien tratado es una forma de destacar cualquier portada.
Ejemplos de ella puede ser Tampa, de Alissa Nutting.
En lugar de imágenes… gráficos o iconos
Apuesta por el minimalismo y la sencillez. Y esto se consigue a través de gráficos e iconos. Estos pueden ser iguales de potentes que las imágenes, con la salvedad de que dejan respirar mucho mejor la portada y permite que el lector se centre solo en los detalles importantes, esos que pueden darle pistas sobre el tipo de libro que tienen en sus manos.
Por ejemplo, Robot Thinking, de Robert Frost.
Busca el realismo y cautiva con ellas
Por ejemplo, si tu novela está ambientada en un pueblo en el que hay un bosque, ¿por qué no usar una imagen de ese bosque? Si se trata bien la imagen puede servir para la portada, y luego solo habría que darle algunos detalles más (quizás unas personas, elementos importantes, o incluso el ponerlo en negro sobre blanco con pinceladas en un color diferente (verde, azul, rojo…).
Crear portadas creativas de libros no es fácil. No te lo vamos a negar. Hay que dedicarle tiempo, y sobre todo probar e inspirarte para conseguir crear algo totalmente diferente y que además llame la atención. Sea como sea, aunque te hemos dado ideas, lo mejor que puedes hacer es crear algo totalmente nuevo, que contraste y que revolucione el género, o el sector literario en sí. Eso sí, conservando la esencia del libro y lo que quiere transmitir a través de la portada. ¿Tienes más ejemplos que puedan inspirar?