Tipografía romana: características y tipos de fuentes

tipografia romana

¿Has oído hablar alguna vez de la tipografía romana? ¿Sabes cuáles son sus características o los distintos tipos o familias que hay? Como creativo, debes conocer a fondo los tipos de letras que puedes utilizar para tus diseños.

Por eso, en esta ocasión, nos vamos a centrar en esta tipografía para que la conozcas a fondo y sepas cuándo es mejor utilizarla y por qué. ¿Empezamos?

Qué es la tipografía romana

lapices diseño

Lo primero que debes saber es que la tipografía romana es la más numerosa de todas las familias tipográficas. Además, es posible que la conozcas bastante bien porque otro de los nombres por el que se la llama es «serifas». Se trata de una letra tradicional y utilizada porque ofrece una proporción adecuada a cada uno de los elementos, lo cual permite que se pueda leer bastante bien y cuyos remates o adornos la hacen más elegante.

Características

Con todo lo anterior, ya te habrás dado cuenta de cuáles son las características de la tipografía romana. Pero por si se te escapa algo o no lo entiendes, vamos a hablarte de ello más a fondo.

Trazos con remates

La tipografía romana o serifa se caracteriza por tener un remate o adorno en los extremos de las letras. De esta manera, se consigue darle un pequeño detalle que hace más elegante la letra. Pero has de saber que, dependiendo de a qué familia «romana» pertenezca la letra, ese adorno será más o menos. Por ejemplo, en la tipografía romana antigua, los remates son desproporcionados y además se inclinan ligeramente. En cambio, en la de transición esos remates son proporcionados y además la inclinación tiende a ser redondeada.

¿Significa esto que dentro de la tipografía romana hay diferentes tipos? Sí, lo cierto es que sí y es algo de lo que te hablaremos un poco más adelante.

Trazos con modulación

Relacionado con lo anterior, cada familia de esta tipografía tiene un tipo de modulación diferente que las hace únicas y que se aprecia a simple vista.

Tipos o familias de tipografía romana

letra g

Ahondando un poco más en la tipografía romana debes saber que esta tiene seis familias diferentes, cada una con sus propias características y forma de la letra. Estas son:

Tipografía romana antigua

También la puedes encontrar como tipografía veneciana o humanista.

Se caracteriza porque tiene unas terminaciones agudas (es decir, casi de punta) y una base ancha. Los trazos se componen de finos en la parte ascendente, y gruesos en la descendente. Eso hace que cada letra se perciba como bastante intensa, pesada y gruesa. Además, tienen un interlineado entre letras amplio lo que hace que cada letra parezca con un conjunto en sí mismo.

Visualmente te parecerá estar viendo una escritura acorde con la de la Roma Antigua, cuando se escribía con plumilla. Y es que los trazos que tienen estas letras intentan capturar la esencia de esa caligrafía manual.

Para que te hagas una idea de qué tipografías entrarían dentro de esta familia están: Minion, Sabon, o Centaur.

Garaldas

Las garaldas es otra de las familias de la tipografía romana y muchos la colocan dentro, bien de la romana antigua, o de la de transición. Sin embargo, hemos querido sacarla para que la conozcas mejor.

Se trata de una evolución de la tipografía romana antigua al suavizar un poco los rasgos. Su nombre tan extraño es debido a dos tipógrafos: por un lado, Claude Garamond. Por otro, Aldo Manuzio.

Según hemos investigado, se caracterizan por simular la forma en que se grababan en piedra con un cincel las letras y números de la Antigua Roma.

Esto hace que los trazos sean más redondeados, con un mejor control de la letra y una proporción menos descabellada como en las anteriores.

En este caso, fuentes como Garamond o Palatino entrarían dentro de esta familia.

mujer escribiendo

Romana de transición

Este tipo de letra es también conocida como racionalista o neoclásica y supone una nueva evolución en la tipografía romana. Para empezar, pierde ese contraste marcado que suele tener y las diagonales pasan a ser más planas o triangulares.

Al contrario que las otras, los trazos se caracterizan por ser más finos que gruesos con mayor redondez, sobre todo en las minúsculas.

Pertenecen a esta familia de la tipografía romana la Baskerville, Century Old Style o Times New Roman.

Tipografía romana moderna

Puedes llamarla así o bien didona, clasicista o empire. Concretamente, y como ocurre con la Garalda, el término Didona proviene de dos familias de letras (o tipógrafos): Fermín Didot y Giambattista Bodoni.

Este tipo de letra se caracteriza por un remate lineal, en ángulo con los bastones de las letras. Además, en la versión cursiva, la inclinación es bastante acuciada y se asemeja a la escritura caligráfica.

En cuanto a los trazos, son más variables, permitiendo combinar finos con gruesos sin que haya una proporción de cada uno de ellos.

Algunos ejemplos son: Bodoni, Mona Lisa, Bauer o Didi.

Tipografía egipcia

Para finalizar, la sexta familia dentro de la tipografía romana es la egipcia. Se caracteriza porque todos los «bastones» de la letra van a tener el mismo grosor y pueden ser cuadrados o redondos, pero bastante grandes.

A pesar de eso, es una de las fuentes más utilizadas para editar libros y textos por su fácil lectura. Y no es para menos, si tenemos en cuenta que surgió por la demanda del comercio para un tipo de letra que fuera grande, vistosa y gruesa para que resaltara los titulares.

¿Sabes también cómo se llama? Slab serif, cuadrangular o mecana. Ejemplos de esta familia son: Playbill, Robotik, Memphis o Clarendon.

En general, todas las tipografías de la familia romana se utilizan sobre todo para textos largos o titulares, ya que la forma en que están diseñadas (proporcionada o no) ofrece una visual muy fácil de leer y sin dar problemas a la hora de distinguir las letras.

Como ves, la tipografía romana, a pesar de ser antigua y de ofrecer una variedad en cuanto a sus trazos, sigue siendo muy apreciada debido a la familia de lectura (y de visual) que ofrece. ¿La conocías? ¿Sabías de la familia de la tipografía? Te leemos en comentarios.


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