El envase donde se almacena el producto que vendemos es tan importante como el mismo producto. Aunque parezca un elemento trivial, lo cierto es que requiere de mucha planificación y dependiendo del tipo de campaña y producto, de mucha creatividad. Lo cierto es que es una estrategia perfecta para ofrecer una diferenciación y desmarcarnos de la competencia. Sobre todo si el diseño de este producto aporta valores añadidos en favor de la comodidad, la elegancia, la estética o incluso el estado de ánimo, aumentará considerablemente las probabilidades de aumentar su tasa de ventas. Hay diseños de packaging que son verdaderas obras de arte, maravillas, diseños que con sólo verlos logran sacarnos una sonrisa o nos hacen sentir como niños. ¿Sabes a lo que me refiero no? Hoy me gustaría compartir con vosotros una selección que me ha llamado bastante la atención. No me digas que no comprarías alguno de estos productos porque me cuesta creerte. Son demasiado atractivos.
Y es que las formas de hacerse destacar en el estante de productos de una tienda son tan variadas y distintas como las que aparecen a continuación. Desde barcos hundidos en las profundidades de una botella, bolsas de té papirofléxicas, botellas de vino con un mensaje que prohíbe llamar a tu ex después de su ingesta, botellas que funcionan como gafas de sol, una bolsa de agua con relojes acuáticos dentro… Todo vale. ¿Conoces más diseños de este tipo o más sorprendentes? Enséñamelos.
