Hoy existen técnicas muy eficientes para manipular y editar imágenes, sin embargo si estudiamos el documento gráfico que se nos pone delante podemos determinar fácilmente si éste ha sido manipulado o editado de forma digital. Aunque hay muchos indicadores que se utilizan para estudiar las imágenes, hoy comparto con vosotros tres trucos infalibles para identificar imágenes trucadas.
Por suerte hay ciertos detalles que o bien no pueden tratarse, o si se pueden, generalmente se pasan por alto por descuidos o por desconocimiento. Estos factores delatores son las luces especulares, las miradas y el estudio de patrones.
Iluminación: Las luces especulares como factor delator
La iluminación es el factor más delator que existe porque en muchas ocasiones sencillamente resulta imposible manipularla y en otras es pasada por alto por el diseñador. Hay muchas áreas donde se puede reflejar esa luz o aparecen reflejos de difícil tratamiento como el cabello o la mirada. De hecho la mirada es uno de los indicadores más fieles que existen para comprobar la veracidad o no de una imagen y es muy útil sobre todo cuando nos encontramos ante composiciones grupales y susceptibles de retoques. Hablamos de las luces especulares, que son aquellas que se reflejan en los ojos brindándonos una información exacta sobre la situación y origen de la fuente de luz. Hay algo claro que podemos deducir de estas luces: Si nuestro protagonista se ha movido en relación a la fuente de luz el reflejo también lo hará y por ejemplo si nuestro personaje se ha movido hacia la derecha el reflejo de su mirada lo hará en sentido contrario, es decir hacia la izquierda. A continuación os dejo un ejemplo muy claro (una imagen publicada en una revista) en el que simplemente analizando la mirada de nuestros personajes podemos deducir fácilmente que se trata de un foto-montaje y además podemos afirmarlo con rotunda seguridad.
Como podéis ver los reflejos aparecen orientados de diferente manera con respecto a la cámara. Para que hubiese coherencia gráfica todas las luces especulares deberían aparecer en una misma área de cada ojo puesto que se hayan en una situación idéntica respecto a la fuente de luz. (Para que hubiese diferencias en las luces especulares de cada uno de ellos debería existir una distancia considerable entre todos ellos). En este caso mientras que las miradas del personaje central y el situado en el área derecha poseen una luz especular similar la del personaje del área izquierda no por lo que nos desvela que este último ha sido integrado de forma artificial junto a ambos.
Los reflejos en los objetos y personas nos proporcionan una gran cantidad de información y esto depende en buena medida de la orientación y también la distancia. Cuando todos los objetos y personajes presentan unos reflejos con una igual orientación hay más posibilidades de que no haya sido retocada, sin embargo cuando esto no se respeta nos encontramos ante una manipulación digital. En este segundo ejemplo encontramos una gran descompensación a nivel lumínico en cada uno de los personajes. Si observamos la luz de la lámpara veremos que se refleja en la ventana y también en el sofá pero sin embargo no lo hace en el cabello de los niños (a excepción del que se encuentra en el área central). Tampoco encontramos en la ventana los reflejos de los reyes y además vemos como la mano de Juan, que sostiene a su hermana, desaparece misteriosamente.
Miradas y orientación a cámara
Otro buen indicio para identificar una imagen retocada es el iris. Esta parte del ojo aparece redonda cuando se sitúa en el centro del ojo, pero a medida que se aleja hacia el exterior comienza a aparecer con forma de elipse. Cuando un ojo mira hacia cámara y no se haya en el centro compositivo debe presentar una estructura con forma de elipse, en los casos en que esto no suceda nos estaremos encontrando ante una imagen que ha sido manipulada .
Patrones y repeticiones
A veces basta con analizar de forma pormenorizada todos los elementos que integran la composición. Sobre todo en fotografías de acontecimientos multitudinarios o donde aparece un gran número de personas o elementos se suele recurrir a la clonación como recurso de masificación. Esta técnica consiste en duplicar áreas de nuestra imagen para crear una sensación de densidad y suele emplearse desgraciadamente con fines políticos para manipular la percepción que se tiene de ciertos actos. Aquí os presento un ejemplo: En un mitin político en la India al que asistieron pocas personas se recurrió a la técnica para «vender» a la opinión pública un éxito en el evento y dar así una mayor fuerza al político en cuestión. Esto que nos parece bastante evidente ahora, en muchas ocasiones pasa desapercibido. A continuación os dejo con el ejemplo donde se han marcado las áreas clonadas mediante colores.