¿Alguna vez has pensando en cómo diseñar una portada de revista? Pues esta, representa el primer impacto que recibimos de cualquier revista. Es la parte visible para quienes ni siquiera han pensado en abrirla y, por tanto, podría ser el motivo por el cual las personas continúan revisando o no, su contenido. Por tales razones es trascendental que una portada de revista sea llamativa e impactante.
La misma debe contener suficiente información acerca del documento total, de modo que ni esté muy cargada ni revele más datos de la cuenta, para que se mantenga la expectativa del público.
Es probable que te parezca que diseñar una portada de revista es una tarea sencilla. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que es algo más complejo de lo que parece. Requiere de suma creatividad e ingenio, para que puedas lograr un equilibrio entre los elementos que la componen. A continuación te explicaremos cuál es la manera más adecuada de completar esta tarea para que tu resultado sea lo suficientemente atractivo y se corresponda con lo que buscas.
Identifica el público al que está dirigida tu revista
Lo primero que debes tener en cuenta sobre cómo diseñar una portada de revista, incluso antes de lanzarte al diseño de tu portada, es el público que luego va a consumir tu producto. Infórmate adecuadamente acerca de todo cuanto puedas en relación con sus gustos, intereses y preocupaciones principales. De esta forma podrás direccionar tu labor hacia el éxito, al incluir aquellos elementos que resulten más atractivos para quienes los verán.
Además, es fundamental que combines esta información con las tendencias de actualidad más seguidas por los usuarios. Cubre las expectativas de tu público y al mismo tiempo, incluye un toque único y personalizado, de manera que te distingas y resaltes por encima de las demás creaciones que se hallen en el boom. Así te aseguras de que todos quieran adquirir tu producto.
Define el tema central de tu portada
Uno de los aspectos de mayor relevancia que debes cuidar sobre cómo diseñar una portada de revista, tiene que ver con la temática de la misma. Es esencial que esto sea coherente con el contenido de la revista, de manera que sirva de incentivo a los usuarios para continuar buscando datos al respecto. En caso contrario, los lectores se podrían sentir engañados y tu revista sería un fracaso.
Una vez que tengas bien definido tu tema central, debes buscar que los componentes de la portada giren alrededor del mismo. Utiliza imágenes, fotografías, colores y tipografías que se encuentren en armonía y transmitan de manera correcta el mensaje inicial que persigue la publicación como un todo íntegro.
Selecciona las imágenes ideales
Las imágenes que emplees en tu portada son sumamente importantes, teniendo en cuenta que este es el factor que más dice sin necesidad de emplear palabras. Recuerda que el lenguaje no textual puede llegar a ser mucho más poderoso y penetrar más hondo en la psicología de los seres humanos que, incluso, los textos engorrosos.
En concordancia con esto, procura elegir imágenes de alta calidad, que sean capaces de impactar y que llamen la atención del público que las contempla. Asegúrate, igualmente, que estén bien enfocadas en el mensaje principal de la revista, de forma tal que introduzcan en la mente de quien las mira, una necesidad inminente de conocimiento.
Adicionalmente a ello, juega con los colores. Estos deben ser coherentes con el tono y el estilo de tu diseño. Además, deben resultar un apoyo importante para enaltecer el impacto que producen las imágenes y fotografías utilizadas.
Asegúrate de plasmar una tipografía adecuada en tu diseño
Otro de los elementos claves sobre cómo diseñar una portada de revista es la tipografía. Es importantísimo que esta sea legible y esté en correspondencia con el estilo de tu revista. Crea un efecto visual atractivo a partir de la explotación de cada uno de los elementos del texto. Modifica el color, las sombras, las reflexiones y demás componentes, hasta lograr el efecto más apropiado.
Cuida los detalles técnicos
El éxito de tu portada depende, en gran medida, del nivel de calidad técnica que puedas aportarle. Para ello debes trabajar con mucho cuidado y dedicación en pulir y embellecer cada uno de los elementos que la conforman. En el caso de las imágenes, fíjate bien que sus resoluciones sean bastante altas para que las mismas tengan una buena visualización, de modo que no se vean borrosas o pixeladas.
Comprueba delicadamente que exista una alineación perfecta de todos los componentes de tu portada. Esto le da un toque de armonía y delicadeza. Además, emplea técnicas interesantes y llamativas, como la simetría, la asimetría y el uso de líneas que capten la atención de los lectores.
Elimina también los posibles errores de ortografía o cohesión dentro del texto que empleas. Así das muestra de un trabajo meticuloso.
Al culminar tu diseño, guárdalo en un formato que sea fácilmente aprovechable tanto para su impresión en físico como para que sea publicada de manera digital. Si es preciso guardarla en más de un formato distinto, no dudes en hacerlo. Explota todas tus opciones para alcanzar la calidad óptima y sepas cómo diseñar una portada de revista.
Añade elementos de interés
Si quieres que tu portada se vuelva aún más deslumbrante, sería bueno que añadas unos cuantos elementos de interés a la misma. Por ejemplo, incluye algún gráfico o ilustración divertida. Prueba también con detalles interactivos que fortalezcan un poco más el objetivo esencial de tu publicación.
Valora tus opciones y quédate con el mejor diseño
Nunca te quedes con el diseño inicial. Lo más probable es que luego de terminarlo se te ocurran nuevas ideas para enriquecerlo y hacerlo mucho más divertido. Cuando concluyas uno, déjalo reposar y al cabo de algunas horas échale otro vistazo. No temas ir atrás e incorporarle las genialidades que produjo tu mente durante el periodo de descanso.
Prueba combinaciones diferentes. Varía las imágenes y colores hasta dar con los que verdaderamente se ajustan a lo que buscas. Además, es importante que no temas consultar opiniones de otras personas, tanto expertos en la materia como otros menos informados. Cada uno tendrá algo que aportar. Al fin y al cabo, todo esto contribuye al mejoramiento de tu diseño final.
Aprovecha la portada para la promoción de contenido
Como te hemos explicado, la portada de tu revista debe ser capaz de transmitir gran parte del contenido de tu publicación. Sin embargo, estarás de acuerdo en que siempre hay determinados aspectos que deseamos resaltar por encima de otros, aunque al fin y al cabo, todos estén presentes al interior de tus páginas. Aquí es donde entra la labor de promoción de tu portada.
Destaca los elementos más relevantes a través de titulares y frases llamativas. Para ello recuerda cuidar la extensión, pues no querrás cargar demasiado la portada, mucho menos con exceso de texto que, al fin y al cabo, te conduzca al resultado opuesto del esperado.
Eso sí, y sumamente importante, asegúrate de que todos los contenidos a los que te refieres en la página inicial luego se aborden o amplíen en las siguientes páginas. Piensa que nadie quiere ver una promoción de algo que no se incluye en tu revista.
Refleja las tendencias actuales en tu portada
Es importante que tengas en cuenta que una portada de revista debe ser un medio ideal para el reflejo de las preocupaciones, intereses y opiniones de la sociedad en un momento determinado. Mediante ella, puedes aportar una visión única y muy particular del mundo y las culturas populares, a través de temas tan diversos que pueden ir desde moda y belleza hasta política, economía y problemas de la sociedad actual.
Entre los aspectos más actuales que puedes incluir y que son muy gustados por la gente se encuentran los temas relacionados con la diversidad y no discriminación en cuanto a raza, sexo, género, orientación sexual, edad y otros factores bastante diversos. Prueba con incorporar algunos a tu portada y espera a ver los resultados. Recuerda hacerlo siempre con mucha prudencia y desde una postura de respeto.
¿Cómo influyen las redes sociales en la portada de tu revista?
Como bien sabemos, cada vez es mayor la influencia que tiene el Internet y el desarrollo de las redes sociales prácticamente en todos los ámbitos de la vida de los seres humanos. Esto también incluye la forma en que creas tu portada de revista. Para ello debes tener en cuenta el impacto que podrían tener determinadas celebridades o incluso influencers.
Además, ten en cuenta las inmensas posibilidades de interacción y retroalimentación una vez que publicas tu revista. De tal manera, puedes aprovechar la reacción de los usuarios en las redes tanto para mejorar tus nuevas portadas como para nutrirte de experiencias que incluso pudieran no ser tuyas personales.
Sigue las páginas oficiales de otras revistas y mantente atento ante los comentarios y opiniones que aparezcan. Toma los aspectos positivos y valora hasta qué punto los puedes incorporar en tu diseño. En cuanto a las críticas, procura cuidar tu trabajo para que no cometas los mismos errores. De cualquier forma, recuerda que, más allá de lo que puedas aprender con otras creaciones, es esencial que siempre ofrezcas un contenido muy tuyo, fresco, auténtico y novedoso.