Una marca es el sello que distingue a una empresa de otra, es la que identifica cual es el servicio que se ofrece o el producto que se vende, pare el consumidor esta es la que fija sus preferencias a la hora de comprar bienes de consumo en general.
El valor de la marca, esta por si sola ya tiene identidad propia, transmite un mensaje, le da la bienvenida al consumidor, le da un abre boca de lo que ella representa, proporciona estatus, sugiere calidad, prestigio, moda, etc. y es que la imagen de una buena marca vale más que mil palabras.
Pero este concepto tiene su historia y dentro de ella su evolución natural, en un principio la marca sirvió para dar identidad geográfica a los productos, lo que suponía su calidad o no dependiendo de su origen, esta identificación la hacían en los envases de barro antes de cocerlos para que quedara en ellos impreso el lugar de origen, cobrando su valor identificativo hacia el siglo XVIII.
Más adelante, en la llamada edad media aparecieron las marcas colectivas donde se identificaba en el producto las distintas piezas que participaron en su proceso de manufactura y que se posicionó como un sello de garantía de este, un ejemplo que hemos encontrado en la fabricación de telas donde la pieza llevaba cada una de las marcas que contribuyeron a su fabricación, tejedor, tintorero, etc.
Ya para el siglo XIX los consumidores comenzaron a asociar una marca a un producto para poder diferenciarlos de otros similares, ya para entonces la proliferación de marcas y bienes de consumo obligaba a hacer estas asociaciones.
Llega la revolución industrial y con ella la marca adquiere un nuevo carácter mucho más sofisticado donde la aparición de envases y los elementos gráficos en ellos hacían más fácil diferenciar un producto de otro, ya entro en juego la funcionalidad no solo del producto, sino de la apariencia y con él sus beneficios, ya se daba valor a otros elementos aparte de la calidad del producto en sí mismo.
Este mecanismo de diferenciación e identificación que se había logrado mediante la marca, escaló a las grandes marcas corporativas cuya gama de productos y servicios es amplia, pueden o no relacionarse entre ellos pero que están contenidos en una imagen, logotipo, nombre, etc.
Una empresa puede crear su propia marca y utilizarla a su interés y conveniencia, estas son algunas de las formas en las que usualmente las usan:
Marca única
Engloba todos y cada uno de los productos y servicios de una empresa, cuando el usuario observa la imagen inmediatamente la asocia con lo que vende la empresa, ejemplo, solo productos informáticos, solo productos y servicios para mascotas, etc.
Hay grandes corporaciones fácilmente identificables con solo mirar su logotipo, como IBM y HP.
Marca individual
Cuando dentro de una gran marca, se le da una identidad independiente a cada uno de sus productos, eso es muy común verlo en los de la P&G.
Marca mixta
Se trata de una combinación entre la marca única y la marca individual. Hay ejemplos muy específicos en la industria automotriz, el consumidor ya asocia los modelos de vehículos de su preferencia con la marca, por ejemplo, Jeep Cherokee, Chevrolet Cruze, Ford Explorer y así sucesivamente.
Marca de distribución
Estas se usan para identificar productos y servicios con la marca de quien los va a comercializar, se les llama también marcas blancas y pertenecen a redes de distribución masiva especialistas en la venta de productos.
Para los que tienen pequeñas empresas o están a punto de crearla, esta información le va a ser de mucha utilidad para identificar qué tipo de marca tiene y si es la adecuada o qué tipo de marca le conviene diseñar en función a los productos y servicios que va a ofrecer a los usuarios. También será de utilidad para los consumidores porque ahora se explicaran muchas cosas sobre las marcas que creíamos conocer plenamente.