Descubre a Tamara de Lempicka, la baronesa con pincel del art déco

¿Te gustan las pinturas que combinan la elegancia, la sensualidad y la modernidad? ¿Te has fijado en los retratos y desnudos de mujeres sofisticadas y glamurosas que parecen salidas de una película de Hollywood? Si es así, seguramente te hayas enamorado del arte de Tamara de Lempicka, una de las artistas más representativas del estilo art déco.

Si con otros artículos hemos hablado visto numerosos diseños del Art Decó, ahora tienes la oportunidad de conocer a una de sus mayores exponentes. En este artículo te vamos a contar más sobre la vida, el arte y el legado de Tamara de Lempicka, la baronesa con pincel del art déco.

¿Quién es Tamara de Lempicka?

Tamara de Lempicka, también conocida como Tamara Łempicka, nació en Varsovia en 1898, en el seno de una familia acomodada. Desde pequeña mostró su interés por el arte y viajó por Europa, donde recibió una educación refinada. En 1918 se casó con Tadeusz Łempicki, un abogado polaco, con quien se mudó a París tras la Revolución rusa.

En París, Tamara se formó como pintora con maestros como Maurice Denis y André Lhote, e inició su carrera artística. Influenciada por el cubismo y el neoclasicismo, Tamara desarrolló su propio estilo, caracterizado por el uso de formas geométricas, colores vivos, luces y sombras contrastadas y una gran atención al detalle.

Tamara se especializó en el retrato y el desnudo, sobre todo femenino, y se convirtió en la pintora favorita de la alta sociedad y las estrellas de cine. Sus obras reflejan el espíritu de los años veinte y treinta, una época de cambios sociales, culturales y tecnológicos. Tamara fue una mujer independiente, ambiciosa y seductora, que supo aprovechar las oportunidades que le brindó su época.

Biografía

Tamara de Lempicka nació como Maria Gurwik-Górska el 16 de mayo de 1898 en Varsovia, aunque hay dudas sobre su lugar y fecha exactos de nacimiento. Su padre era un abogado judío de origen ruso que trabajaba para una empresa francesa, y su madre era una socialité polaca. Tamara fue la segunda de tres hijos y creció rodeada de lujos y comodidades.

Inicios

Tamara recibió una educación cosmopolita y viajera. Estudió en un internado en Suiza, visitó Italia con su abuela, donde descubrió su pasión por el arte, y se instaló en San Petersburgo con su tía Stefa, una mujer adinerada e influyente en la sociedad rusa. Allí aprendió idiomas, buenos modales y cultura general.

En 1916, Tamara conoció a Tadeusz Łempicki, un abogado polaco al que llamaba Tadé. Se casaron al año siguiente y tuvieron una hija llamada Kizette. Sin embargo, su matrimonio no fue feliz ni duradero. Tamara era una mujer rebelde e insatisfecha, que buscaba la libertad y la aventura. Tadé era un hombre conservador e inseguro, que no podía satisfacer las necesidades ni las ambiciones de Tamara.

Su juventud

Tamara pronto encontró su estilo y su público. Sus retratos y desnudos de estilo art déco causaron sensación entre la élite parisina, que le encargaba sus obras. Tamara se codeaba con los artistas, los escritores, los políticos y las celebridades de la época. También se relacionaba con las mujeres más bellas y elegantes, con las que mantenía romances clandestinos.

En 1925, Tamara participó en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas, donde presentó su obra La durmiente, un desnudo de su amante Ira Perrot. Su obra fue elogiada por la crítica y el público, y le valió el reconocimiento internacional. A partir de entonces, Tamara se convirtió en una de las artistas más cotizadas y solicitadas del momento.

Etapa Final

En 1939, al estallar la Segunda Guerra Mundial, Tamara y su pareja Raoul se trasladaron a Estados Unidos. Se establecieron en Beverly Hills, donde Tamara continuó pintando para las estrellas de Hollywood. Sin embargo, su estilo art déco empezó a pasar de moda y fue sustituido por el expresionismo abstracto. Tamara intentó adaptarse a las nuevas tendencias, pero no logró recuperar su antigua fama.

En 1961, tras la muerte de Raoul, Tamara se mudó a Houston con su hija Kizette y su familia. Allí dejó de pintar y se dedicó a coleccionar obras de arte. En 1974 se trasladó a Cuernavaca, México, donde vivió sus últimos años en el anonimato. Murió el 18 de marzo de 1980 a los 81 años.

Obras más importantes

Tamara de Lempicka creó más de 200 obras a lo largo de su carrera, entre las que se encuentran algunos de los iconos del art déco. Estas son algunas de sus obras más importantes:

• La durmiente (1927): Es un desnudo de su amante Ira Perrot, que representa el erotismo y la sensualidad femenina. La obra causó escándalo por su temática lésbica y por su calidad artística. Fue la obra que le dio la fama internacional a Tamara.
• Autorretrato en el Bugatti verde (1929): Es un retrato de sí misma conduciendo un coche deportivo, que representa el lujo, la velocidad y la modernidad. La obra fue encargada por la revista alemana Die Dame como portada. Fue la obra que le dio el apodo de “la baronesa con pincel” a Tamara.
• La bella Rafaela (1927): Es un desnudo de una modelo italiana llamada Rafaela, que representa la belleza y la elegancia femenina. La obra muestra el dominio del color y la luz de Tamara, así como su gusto por los detalles y las texturas.
• Retrato de la duquesa de La Salle (1925): Es un retrato de una aristócrata francesa, que representa el glamour y el refinamiento de la alta sociedad. La obra muestra el contraste entre el fondo oscuro y el vestido blanco de la duquesa, así como su expresión altiva y distante.

Legado

Tamara de Lempicka fue una artista que dejó una huella imborrable en el arte del siglo XX. Su legado se puede apreciar en varios aspectos:

• Su influencia en otros artistas: Tamara inspiró a otros artistas que admiraron su estilo y su personalidad, como Andy Warhol, Madonna o Dita Von Teese. Sus obras han sido reinterpretadas, homenajeadas o parodiadas por diferentes creadores.
• Su presencia en los museos: Tamara tiene obras expuestas en algunos de los museos más importantes del mundo, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, el Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid, el Museo Nacional de Arte Moderno en París o el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York.
• Su valor en el mercado: Tamara tiene obras que han alcanzado precios récord en las subastas, como La durmiente, que se vendió por 8,4 millones de dólares en 2011, o Retrato de Marjorie Ferry, que se vendió por 21,1 millones de dólares en 2020.
• Su reconocimiento popular: Tamara tiene obras que se han convertido en iconos culturales, como Autorretrato en el Bugatti verde, que aparece en carteles, camisetas, tazas o llaveros. Sus obras también han sido usadas como portadas de libros, discos o revistas.

La vida de una maestra del arte

Tamara de Lempicka fue una pintora polaca que se destacó por sus retratos y desnudos de estilo art déco. Ella fue una mujer independiente, ambiciosa y seductora, que vivió intensamente los años veinte y treinta. Creó un estilo propio y reconocible, que combinaba la elegancia, la sensualidad y la modernidad.

Finalmente fue una artista única e innovadora, que supo crear imágenes irresistibles que reflejaban su época y su visión del mundo. Si bien fue una artista admirada y criticada, imitada y rechazada, jamás será olvidada. Podemos decir sin ningún tipo de reparo que Tamara de Lempicka fue una artista que dejó un legado imborrable en el arte del siglo XX.