Aunque no suelen ser lo más habitual, cuando aparecen suelen acaparar la atención del espectador durante varios segundos mientras le otorgan el sentido y valoran la inteligencia que los articuló. Yo personalmente hasta hace poco me dedicaba a coleccionar logotipos en negativo porque me parecen ejemplos claros de la ambigüedad y el buen sentido del gusto que puede materializar un diseñador gráfico. Como ya sabéis, el rasgo principal de estos logotipos es que no son lo que nos parecen a simple vista, sino que en realidad debajo del espacio hueco, vacío e «invisible» ocultan un rasgo, casi como una letra que termina de dar peso simbólico a la palabra. Es el remate perfecto para casi cualquier marca porque evoca juventud, socarronería y a veces sentido del humor.
No sé si habéis tratado de diseñar logotipos de este tipo, pero los que lo hayáis intentado sabréis de primera mano que pueden resultar bastantes complejos de desarrollar porque el trabajo es doble. No sólo tenemos que encontrar un diseño de concepto que se ajuste a los valores, la estética de la empresa y el nombre de marca, sino que también tenemos que trabajar en dos dimensiones cuidando el espacio que no utilizamos para que en una segunda lectura revele el significado de nuestra obra. Aquí os dejo con una selección fantástica de 28 logotipos en negativo muy sencillos pero que a mí personalmente me han parecido geniales y que vienen muy bien para cerrar esta última semana de febrero con buen sabor de boca.