Cuando nos introducimos en el mundo de la fotografía a menudo olvidamos que al fin y al cabo una fotografía es por encima de cualquier cosa y sobre todo la construcción de un concepto. No deja de ser un mensaje por lo que debemos utilizar los recursos de que disponemos para elaborar dicho mensaje con eficacia. De alguna manera tenemos que aprender a ponérselo fácil a nuestro público. En cuando vean nuestra fotografía deberán recibir y captar el mensaje que estamos intentando transmitir. En eso se basa el mundo de la fotografía, en comprender, dominar y manipular a nuestro antojo el lenguaje visual para crear mensajes potentes, directos, eficaces y sobrecogedores. errores conceptuales
Lo que ocurre es que cuando somos novatos en este tema, nos comportamos como niños y es totalmente normal. Cuando estamos explorando este mundo nos dejamos llevar por la plástica por la idea de «bonito» obviando muchas veces los parámetros comunicativos que son extremadamente importantes ya que estos nos convertirán en profesionales del mundo de la imagen. Para poder transmitir nuestros conceptos de forma adecuada y válida debemos tener en cuenta ciertos consejos y evitar errores como los siguientes:
Construir un centro de interés débil: errores conceptuales
Ya comentamos en otros posts, que el punto de interés es aquella área de nuestra composición que atrapa nuestra atención irremediablemente. Escoger un punto de atención potente y eficaz está en directa relación con el tema de la fotografía, el mensaje que pretendemos edificar. En el momento en el que no existe un punto que nos atrape o que nos llame la atención y nos cueste detenernos en alguna zona de la imagen, habremos creado un centro de interés que no interesa (lo cual es lo mismo que no crear ningún centro de interés). Pedir opinión a compañeros de profesión nos ayudará a salir de dudas a este respecto, (aunque si tienes dudas deberás plantearte rediseñar tu composición fotográfica hasta que veas que el mensaje y el centro en cuestión están claramente delimitados y acotados).
Incluir elementos innecesarios en nuestra composición:
Esto va muy unido a otro error muy común y es cuando el fotógrafo no se acerca lo suficiente a su objetivo. No acercarnos los suficiente al tema de nuestra obra nos puede hacer caer en un error bastante grave y es que nuestro sujeto puede perderse entre el resto de los elementos de la composición y perder la identidad, la relevancia y el carácter que seguro que tiene. Por ello nunca debemos tener miedo a acercarnos a nuestros sujetos, o bien a través del zoom o bien acercándonos físicamente. El sujeto se impondrá en la composición y se convertirá en el rey de la misma sin dejar margen de error al pensar de qué trata la obra o cuál es su tema. Prestar atención a la ambientación y al posible atrezo que podamos utilizar es básico y además esencial si estamos trabajando en fotografía de estudio. En el caso de que estemos trabajando en fotografía de exterior o callejera, no podremos controlar todos los elementos que hay en la calle o en el escenario, pero sí que podremos controlar nuestro encuadre y nuestro enfoque por ejemplo.
Errores de enfoque: errores conceptuales
El enfoque también es una fuente de información, de hecho es una de las más importantes. Teniendo en cuenta donde aparezca el enfoque añadiremos o restaremos protagonismo a algunas áreas u objetos de la composición. Si por ejemplo queremos hacer una fotografía de una persona en una ciudad, deberemos dar prioridad a la persona. Si en este caso desenfocamos al protagonista para darle una mayor nitidez a los rascacielos del fondo, como es lógico las personas que vean la fotografía dirigirán su mirada hacia los rascacielos en primera instancia y de este modo el objetivo o el centro de atención vuelve a perder importancia. El punto de atención y el enfoque deben ir de la mano para hacer una labor comunicativa conjunta y eficaz.
Colocar al protagonista en el centro del encuadre:
Situar el punto de interés en el centro de la composición nos resta dinamismo y frescura. Cuando retratamos a nuestros personajes en el área central de la composición restamos interés. Para decidir dónde colocar el centro de atención y a nuestros personajes de una forma eficaz y expresiva deberemos utilizar siempre la regla de los tercios.
Crear un conflicto en la temática con objetos irrelevantes o inapropiados:
Ya dijimos anteriormente que siempre que dudemos si un objeto o elemento debería salir en la imagen, la respuesta siempre es negativa. Ante cualquier duda a este respecto elimina dicho objeto del escenario que vas a fotografiar y presta especial atención a la temática que deseas tratar y a cada uno de los elementos que vas a utilizar para construir y transmitir tus mensajes.