Las enigmáticas esculturas de Philip Jackson nos traen unas sensaciones bastante extrañas cuando dirigimos la mirada a las mismas. Unas esculturas que muestran a unos personajes que podrían ser sacados del inframundo o mismamente de otro planeta y es de aquí donde reside la gran maestría de este escultor aparte del gran trabajo que realiza en el aspecto artesanal.
Philip Jackson es un renombrado escultor que tiene la habilidad de transmitir la condición humana a través del lenguaje en el cuerpo que posee cada una de sus esculturas. Un mensaje potente y que toca algo oscuro del humano pero que a la vez provoca todo tipo de sensaciones a los que tienen la suerte de casi tocar sus obras.
Potentes y bellamente esculpidas las posturas de cada obra de arte de Jackson son en sí casi un drama que podría pertenecer a una obra de teatro con un alto sentido en esto mismo. Una obra oscura tal como lo son los ropajes que cubren a estos personajes creados por la mente de Jackson y la cual también accede a poner máscaras a algunos de los mismos, tal como si pudiéramos estar ante una de las películas de Stanley Kubrick con Eyes Wide Shut.
Tan sutil su mirada como la obra que podéis ver en estas mismas líneas de la mujer que acompasa el ritmo de sus pasos con una grácil forma de expresar esto mismo y que pareciera que en cualquier momento iba a a posar la planta de su pie sobre la arena para dar el siguiente paso.
Si queréis conocer más de este artista podéis pasaros por su propia web oficial donde deleitaros con más esculturas suyas que tienen una predilección por lo oscuro, lo extraño, lo dramático y por lo evocador. Un artista a seguir con una gran trayectoria.