Uno de los elementos más importantes de un libro es su portada. Con ella se atrapa a los posibles lectores. Y es que, si entra por los ojos, tienes más oportunidades de conseguir que coja el libro, lea la sinopsis y pueda interesarse en su lectura. Por eso, si te dedicas al diseño gráfico o eres escritor o escritora y quieres vender bien tu libro, la portada es lo principal. Y libros con portadas bonitas hay muchos.
De hecho, a continuación te vamos a mostrar algunas de ellas, tanto modernas como antiguas. Es una forma de que te puedas inspirar y sepas en qué te tienes que fijar para conseguir el mismo efecto que se logra con estas. ¿Quieres ver algunas?
Como sabemos que lo mejor es la práctica, no te hacemos esperar mucho más y aquí te presentamos algunos de los libros con portadas bonitas que hemos encontrado a través de Google. Si tú tienes alguna que te haya llamado, ya sabes que en los comentarios puedes escribirnos. ¡Vamos a ello!
Libros con portadas bonitas: El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
En concreto nos estamos refiriendo a la versión de la editorial Libros del zorro rojo. Es una de las mejores portadas del 2020 y lo cierto es que si se mira con detenimiento, las sombras que crean las siluetas de los personajes están bien definidas y dan sentido a lo que vas a encontrar en él.
Breviario del olvido
Este libro salió también en 2020 y es de Siruela. Si te fijas en la portada, es en blanco crudo con el título un poco más grande que el subtítulo, en mayúsculas. Igual pasa con el autor. Pero, entre ellos están unas formas curiosas.
Al principio es posible que no te des cuenta de lo que está poniendo esa palabra, que es Olvido. Y es que, según el libro, el tiempo hace que perdamos recuerdos, que no podamos rememorar todo al 100%. Y eso mismo es lo que se ha hecho en la portada.
La naranja mecánica
Este es uno de los libros con portadas bonitas que puedes encontrar. Y es que lo tiene todo. De la editorial Booklet, nos presenta un libro en fondo naranja con el nombre del autor arriba y, justo debajo, más grande y con sombra, además de una fuente curiosa, el título.
Pero lo que más llama es que ese fondo naranja se rompe con un triángulo en el que aparece el dibujo de una persona con algo característico: un bombín y unas pestañas curiosas.
La puerta del bosque
Fuente: Agapea
Hemos escogido esta novela de la editorial RBA Molino porque la portada en sí misma dice mucho. De hecho, siempre que la mires vas a encontrar cosas nuevas, o diferentes puntos de vista. En ella tienes unas puertas y de ellas salen como escaleras, árboles formando un ocho. Pero a su alrededor hay un montón de elementos que no dudamos que van a estar relacionados con la historia.
El muro
De la editorial Anagrama. Estos libros suelen tener casi todos una portada común, con fondo amarillo y un cuadrado en el centro que es la que diseñan para cada libro. En este caso, eligieron poner un muro de ladrillo. Realmente va con la historia.
Pero es que añadieron frases en ciertos ladrillos que son pistas de lo que se va a encontrar un lector. Podríamos decir que son las frases gancho; en lugar de usa una han puesto varias.
Y con ellas buscan captar a ese lector.
El destape nacional
Esta obra de J.M Ponce, de la editorial Glénat es una portada que trasciende. Y es que, cuando la ves por primera vez, piensas en el toro de Osborne colocado en alguna montaña o algo parecido.
Claro que, cuando te fijas un poco más, te das cuenta de esa curiosa forma del monte, que parece un trasero femenino. Y es que da prioridad a la imagen antes que al título, que puede pasar desapercibido, pero no hay duda de que la portada llama. Ten en cuenta que casi todo lo relacionado con el desnudo lo hace.
La metamorfosis
Vamos a terminar con el libro de Alianza editorial La metamorfosis, de Franz Kafka. Es un ejemplo para que veas que no siempre una portada tiene que ir con una imagen. A veces las propias palabras son suficientes.
En este caso ver la palabra Metamorfosis varias veces, pero si te fijas, hay una sombra que, en cada palabra, se hace más grande. ¿Qué sentido tiene? Pues que empezarás con un personaje y verás la evolución y cómo cambia.
De hecho, una curiosidad es que, cuando hayas visto la portada, seguro que piensas que el libro se llama Metamorfosis y no La metamorfosis. Y es que se da prioridad a esa segunda palabra y es la que nos queda retenida en la memoria.
Por qué las portadas son importantes
Una portada es como la primera impresión de una persona. Cuando la ves, solo por mirarla, ya sabes si te interesa o no. Si te atrae o no. Y esto es muy importante para tener más oportunidades para conseguir vender.
Pero además, las portadas son un resumen de lo más importante de un libro. De nada sirve poner una portada bonita en un libro cuando el tema a tratar es un aburrimiento. O no tiene nada que ver con ella. Eso lo único que consigue es que el lector se sienta estafado, y en lugar de buenas opiniones, te arriesgas a las malas.
Todo lo que debe llevar una portada
Si quieres hacer una portada bonita y que quede perfecta, hay varios elementos de los que no te puedes olvidar. Estos son:
- El nombre del autor. Es decir, la persona que haya escrito ese libro. Puede ser el nombre real o un seudónimo.
- El título del libro. En este caso es tanto o más importante que el autor. De hecho, el título siempre irá más grande que el del autor. Solo en algunas ocasiones se ha visto al revés (normalmente porque es el nombre del escritor el que vende independiente de la historia que escriba).
- La editorial. Si es que la tiene. Con la autopublicación tan a mano y la posibilidad de ganar más por libre que por editorial hace muchos se lancé.
Algunas veces habrá título y subtítulo. O una frase gancho. Estas siempre van a ir con tamaño de fuente menor porque no se quieren destacar tanto, aunque sí llamar la atención.
Podríamos estar dándote ejemplos durante horas porque lo cierto es que hay muchas libros con portadas bonitas. Pero ahora te dejamos el turno a ti para que nos recomiendes libros cuya portada te haya gustado o bien inspirado para sacar adelante tus proyectos. Tienes libertad para comentarnos.