Pintura romana: características importantes, evolución y estilos

Pintura romana

No hay duda de que el imperio romano fue uno de los más poderosos, pero que también evolucionó en muchos sentidos, incluyendo la pintura romana.

¿Alguna vez te has parado a pensar cuáles son sus características y cómo evolucionó? Quizás echando la vista atrás puedas ver lo que hicieron e incluso adaptarlo a tus diseños.

Características de la pintura romana

arte antiguo

Lo primero que debes saber de la pintura romana es que era una copia de la pintura griega. Así, sin más. Se sabe que muchos romanos animaban a sus artistas a hacer copias de otras pinturas griegas. De hecho, las arrancaban (las griegas), para llevárselas a Roma, las copiaban y así tenían su propio cuadro (ni que decir tiene que las griegas se rompían, por eso no se conservan apenas).

En Roma, una de las características de su vida era que las casas se decoraban con pinturas, murales, etc. Era algo que también hacían los griegos, pero en este caso ellos fueron más allá. Y es que estas pinturas eran dinámicas, hacían pensar en el movimiento y, con los colores que aplicaban, parecían que estaban vivas. Se sabe que en la pintura romana se aplicaba una cera por toda la superficie del cuadro (cuando se acababa) para que potenciara los colores. Y ese es uno de los motivos por los que han llegado hasta nuestros días casi intactas, porque también conservó los cuadros.

Además, no había un estilo único. En realidad podían hacer pinturas de una sola cosa, de un grupo, un mural compuesto por varios paneles… Eso sí, la gran mayoría de ellas estaban basadas en hechos históricos, mitológicos o del día a día. Para ellos, el poder pintar a los dioses era algo muy importante. Pero no siempre lo hacían. En ocasiones tenían que hacer retratos (bien porque se los encargaban, bien porque los imaginaban). Y una peculiaridad en la pintura romana que verás en muchas es que hacían el retrato pero luego lo rodeaban de un borde negro para que resaltara esa cara o personaje frente a todo lo que hubiera alrededor de ella.

La pintura romana tenía varios pigmentos habituales. En este caso, eran cuatro los colores que solían usar: negro, rojo, blanco y amarillo. Solo en algunos casos añadían otros colores como el azul o el verde. Pero no utilizaban mucho más. Aun así, estos sí los usaban en tonalidades fuertes para que la imagen destacara lo más posible.

La evolución de la pintura romana

Arte romano

La pintura romana no fue siempre perfecta, ni con todas las características que te hemos dicho. En realidad tuvo un proceso como cualquier otro arte.

De hecho, los expertos hablan de cuatro periodos importantes dentro de ella. Te comentamos cada uno de ellos.

Primer periodo

Este comentó con la pintura helenística. Empezó a darse entre el siglo II a.C. y el siglo I a.C.

La pintura romana en esta época intentaba imitar los propios materiales. Uno de los más utilizados fue el mármol y para ello lo que hacían era colorear bloques y hacerle las vetas de un mármol a mano, con estucos.

Se caracteriza por ser un estilo colorista, e incluso podríamos decir suntuoso, que buscaba mostrar el lujo, pero sin tener que gastar demasiado (de ahí el intentar imitar algo con elementos más baratos).

Segundo periodo

Con el mandato de Julio César, a partir del siglo I a.C., la pintura romana comenzó a evolucionar. En este época empezaron a mirar a los griegos, a arrancar sus murales y a copiarlos para crear sus propias pinturas. Sin embargo, se centraban sobre todo en elementos arquitectónicos como eran ventanas, columnas, etc.

Este periodo es calificado como de estilo arquitectónico por ese mismo motivo y va más allá de imitar el revestimiento, ahora lo que buscaban también eran los elementos de arquitectura, haciendo que las habitaciones donde se pintaban parecieran más grandes de lo que eran. Además, ya sí se considera que fue una pintura romana «original», no una inspiración de otros.

Dentro de este periodo hubo tres tipos importantes:

  • Pintura romana sencilla, caracterizada por elementos arquitectónicos básicos como molduras, puertas y ventanas (siempre cerradas), columnas y pedestales.
  • Media, porque aquí se centraban más en las columnas hasta el techo con detalles complejos y bien decoradas.
  • Compleja, donde a todo lo anterior unían arcos, columnas e incluso empezaron a recrear espacios abiertos para dar más dinamismo a la pintura.

Tercer periodo

Del 27 a.C a la mitad del siglo I d.C, lo que se considera la época de Augusto y de los que le sucedieron, la pintura romana tuvo una nueva evolución hacia el estilo ornamental, aunque también encontramos un estilo mixto (porque mezclaban lo anterior de los periodos).

En este caso el estilo viró de lo real a lo fantástico. Es decir, ya no se fijaban tanto en los elementos arquitectónicos, en texturas… sino que fueron más allá creando ellos mismos sus propios edificios, recreando a personas, animales, vegetales, etc. y siempre utilizando para ello colores intensos (de hecho los fondos a menudo los ponían negros para que resaltara más aún el color).

Cuarto periodo

El último de los periodos de la pintura romana abarcó la primera mitad del siglo I d.C y final de este. En esa época fue Nerón el que caracterizó la historia romana y aquí vemos cómo hay un estilo escenográfico, aunque lo cierto es que es bastante confuso.

Por un lado, combinaron las características del periodo dos y tres. Pero, por otro lado, también se afianzaron solo en el tres. Solo que, en lugar de centrarse únicamente en las figuras, lo que hacían era recargar todas las pinturas con decoración, texturas… logrando así un resultado que parecía moverse, que hacía que estuviera vivo.

Estilos de la pintura romana

Arte romano arquitectura

Para terminar, queremos hablarte de los distintos estilos que utilizaron los artistas en la pintura romana. Estos fueron los siguientes:

  • Pintura en mosaico: Estos se hacían con piezas pequeñas de vidrio o de cerámica que, como si fuera un puzzle, se iban colocando en determinadas posiciones para después aplicarle una masa de cemento y crear diseños intrincados (aunque también eran capaces de hacer retratos, imágenes, etc.).
  • Murales: Con la evolución fueron aplicando nuevas técnicas a las pinturas. Por ejemplo, mezclaban cal, arena y agua para que los colores, con la humedad, se aplicaran mejor; otra técnica que usaban es la de combinar polvo de mármol con cal, agua y pigmentos para sacar los colores. En el caso de los frescos, lo que usaban, y la que más perduró, fue mezclar yeso con cal y pigmentos.
  • Pintura al temple: Caracterizada por usar agua y grasa de animal (o de huevo) para poder pintar y sacar los colores que buscaban.
  • Pintura encáustica: En este caso utilizaban cera al finalizar la pintura para que le diera un aspecto más denso y cremoso a la pintura y a los colores en general. Además, cuidaban mucho los detalles, al punto de que, cuando acababan, le ponían una tela de lino para que esta absorbiera las impurezas y que se conservara mejor.

Si te ha gustado la pintura romana, te recomendamos que busques información más específica de este tema porque es algo que se ha estudiado bastante y podría ayudarte si es tu estilo.


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