El packaging es el conjunto de elementos que envuelven, protegen y presentan un producto, y que influyen en la decisión de compra de los consumidores. El packaging no solo cumple una función práctica y estética, sino también comunicativa y emocional, ya que transmite los valores y la personalidad de la marca. Sin embargo, el packaging también tiene un impacto ambiental, ya que genera residuos, consume recursos y emite gases de efecto invernadero. Por eso, cada vez más empresas y consumidores apuestan por el packaging sostenible, es decir, el packaging que respeta el medio ambiente y contribuye al desarrollo sostenible.
Pero, ¿qué debe tener un packaging para que sea sostenible? ¿Qué criterios y materiales se deben usar para diseñar un packaging ecológico? ¿Qué beneficios tiene el packaging sostenible para la marca y para el planeta? En este artículo, vamos a responder a estas preguntas, y te vamos a dar algunas claves y consejos para que puedas crear un packaging sostenible para tu negocio.
Medio ambiente
El primer aspecto que debe tener en cuenta un packaging para que sea sostenible es el medio ambiente, es decir, el entorno natural en el que vivimos y del que dependemos. El packaging sostenible debe minimizar su impacto ambiental, tanto en su proceso de producción como en su uso y su eliminación.
Para ello, el packaging sostenible debe seguir los principios de la economía circular, que se basa en reducir, reutilizar y reciclar los materiales y los recursos, y evitar el desperdicio y la contaminación. Algunas de las características que debe tener un packaging sostenible desde el punto de vista ambiental son:
- Reciclable: que se pueda transformar en nuevos productos o materias primas, evitando que acaben en el vertedero o en el mar.
- Biodegradable: que se pueda descomponer de forma natural, sin dejar residuos tóxicos ni perjudiciales para el ecosistema.
- Fabricado con materiales reciclados: que aproveche los materiales que ya han sido usados y procesados, reduciendo el consumo de recursos naturales y la generación de residuos.
- Reutilizable: que se pueda usar varias veces para el mismo o para otros fines, alargando su vida útil y evitando el consumo innecesario de nuevos envases.
- Fabricado con energía renovable: que utilice fuentes de energía limpias y no contaminantes, como el sol, el viento o el agua, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático.
Sostenibilidad
El segundo aspecto que debe tener en cuenta un packaging para que sea sostenible es la sostenibilidad, es decir, la capacidad de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las de las generaciones futuras. El packaging sostenible debe contribuir al desarrollo sostenible, que se basa en el equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y la protección ambiental.
Para ello, el packaging sostenible debe seguir los criterios del ecodiseño, que consiste en integrar los aspectos ambientales desde la fase inicial del diseño del producto, considerando todo su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas hasta su eliminación final. Algunas de las características que debe tener un packaging sostenible desde el punto de vista de la sostenibilidad son:
- Eficiente: que optimice el uso de los materiales y los recursos, reduciendo el peso, el volumen y el coste del envase, y mejorando su funcionalidad y su calidad.
- Innovador: que incorpore nuevas tecnologías, materiales y soluciones que mejoren el desempeño ambiental del envase, y que lo diferencien de la competencia.
- Seguro: que garantice la seguridad y la salud de los consumidores y de los trabajadores, evitando el uso de sustancias peligrosas o alérgenas, y cumpliendo con la normativa vigente.
- Informativo: que comunique de forma clara y transparente los atributos y los beneficios ambientales del envase, y que facilite su correcta gestión y reciclaje por parte de los consumidores.
- Atractivo: que tenga un diseño estético y agradable, que capte la atención y el interés de los consumidores, y que refleje los valores y la personalidad de la marca.
Diseño de packaging
El tercer aspecto que debe tener en cuenta un packaging para que sea sostenible es el diseño de packaging, es decir, el proceso creativo y técnico que da forma al envase, y que determina su aspecto, su estructura y su funcionalidad. El diseño de packaging sostenible debe tener en cuenta los aspectos ambientales y los de sostenibilidad que hemos visto, pero también los aspectos comerciales y los de marketing, que son los que hacen que el envase sea eficaz y rentable.
Para ello, el diseño de packaging sostenible debe seguir las tendencias del mercado, que se basan en las preferencias y las expectativas de los consumidores, y que reflejan los cambios sociales, culturales y tecnológicos que se producen en la sociedad. Algunas de las características que debe tener un diseño de packaging sostenible desde el punto de vista del diseño son:
- Simple: que tenga un diseño limpio y minimalista, que elimine los elementos innecesarios y que resalte los esenciales, transmitiendo un mensaje claro y directo.
- Natural: que tenga un diseño orgánico y armonioso, que utilice colores, formas y texturas inspirados en la naturaleza, y que transmita una sensación de frescura y de autenticidad.
- Personal: que tenga un diseño único y original, que se adapte a las necesidades y los gustos de cada consumidor, y que transmita una sensación de cercanía y de confianza.
- Emocional: que tenga un diseño atractivo y sorprendente, que genere una conexión emocional con el consumidor, y que transmita una sensación de placer y de satisfacción.
- Social: que tenga un diseño solidario y comprometido, que apoye causas sociales o ambientales, y que transmita una sensación de responsabilidad y de pertenencia.
Reutilizable
El cuarto y último aspecto que debe tener en cuenta un packaging para que sea sostenible es que sea reutilizable, es decir, que se pueda usar varias veces para el mismo o para otros fines, alargando su vida útil y evitando el consumo innecesario de nuevos envases. El packaging reutilizable es una de las mejores formas de reducir el impacto ambiental del envase, ya que ahorra recursos, energía y residuos, y también de mejorar el valor añadido del envase, ya que ofrece una experiencia de uso más duradera y satisfactoria.
Para ello, el packaging reutilizable debe tener unas características que lo hagan apto para tener varias vidas útiles, y que lo hagan atractivo y útil para los consumidores. Algunas de las características que debe tener un packaging reutilizable son:
- Resistente: que tenga una buena calidad y durabilidad, que soporte el uso y el desgaste, y que no se deteriore ni se rompa fácilmente.
- Higiénico: que se pueda limpiar y desinfectar fácilmente, que no acumule suciedad ni bacterias, y que no altere ni contamine el producto que contiene.
- Práctico: que se pueda abrir y cerrar fácilmente, que se pueda transportar y almacenar cómodamente, y que tenga una forma y un tamaño adecuados para su uso.
- Versátil: que se pueda usar para diferentes productos o fines, que se pueda combinar o transformar con otros elementos, y que tenga una función adicional o complementaria al envase.
- Creativo: que tenga un diseño original y divertido, que invite a reutilizar el envase, y que estimule la imaginación y la creatividad de los consumidores.
Ejemplos de packaging sostenible
Para terminar, te vamos a mostrar algunos ejemplos de packaging sostenible que cumplen con las características que hemos visto, y que te pueden servir de inspiración para diseñar tu propio ecológico. Estos son algunos de los ejemplos de packaging sostenible que más nos han gustado:
- Botellas de plástico reciclado: son botellas fabricadas con plástico reciclado, que se pueden reciclar de nuevo, y que tienen un diseño simple y natural, con colores y formas que recuerdan al agua y a la naturaleza, de packaging sostenible es el de la marca de agua Evian, que ha lanzado una botella hecha con un 100% de plástico reciclado, y que tiene un diseño elegante y transparente, que muestra la pureza y la calidad del agua.
- Cajas de cartón reutilizables: son cajas fabricadas con cartón reciclado, que se pueden reutilizar para otros fines, y que tienen un diseño creativo y personalizado, con mensajes, dibujos o imágenes que invitan a reutilizarlas. Un ejemplo de este tipo de packaging sostenible es el de la marca de ropa Patagonia, que ha creado unas cajas que se pueden convertir en macetas, en marcos de fotos o en juegos de mesa, entre otras cosas.
- Envases de vidrio retornables: son envases fabricados con vidrio, que se pueden devolver a la tienda o al fabricante, y que se pueden rellenar y reutilizar varias veces, ahorrando recursos y residuos. Un ejemplo de este tipo de packaging sostenible es el de la marca de leche Pascual, que ha recuperado el sistema de las botellas de vidrio retornables, y que tiene un diseño clásico y familiar, que recuerda a las antiguas lecherías.
Por un producto mas ecológico
El packaging es el conjunto de elementos que envuelven, protegen y presentan un producto, y que influyen en la decisión de compra de los consumidores. El packaging no solo cumple una función práctica y estética, sino también comunicativa y emocional, ya que transmite los valores y la personalidad de la marca.
Sin embargo, el packaging también tiene un impacto ambiental, ya que genera residuos, consume recursos y emite gases de efecto invernadero. Por eso, cada vez más empresas y consumidores apuestan por el packaging sostenible, es decir, el packaging que respeta el medio ambiente y contribuye al desarrollo sostenible.
Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad, y que te animes a apostar por el packaging sostenible para tu negocio. Seguro que te beneficiarás de sus ventajas, tanto para tu marca como para el planeta. ¡No olvides compartir tus resultados con nosotros!