No son pocas las veces que nos llegamos a sorprender por el ingenio y mente de algunos artistas. Nos sucede con las esculturas de madera de Tung Ming-Chin, un artista taiwanés que te puede dejar sobrecogido con algunos de sus trabajos artísticos.
Su objetivo ha sido siempre jugar con el subconsciente de las personas y con las emociones internas más profundas. No quiere dejar indiferente a nadie y su trabajo es capaz de llegar a sumergirnos en unas emociones muy intensas desde el primer vistazo que echamos a algunas de sus esculturas de madera.
Tampoco obviamos el gran trabajo en la madera y esas esculturas que dan la sensación de tener atrapada a personas dentro de las mismas. La idea que subyace es manifestar la idea misma de una prisión psicológica.
Y bien que lo consigue con esta colección enclavada en la psiquis humana y en la transformación del espacio físico en uno de interiores psíquicos, tal como mismamente comenta Ming-Chin.
Algunas de las esculturas realizadas se proyectan en cajas con alguna mano o pie sobresaliendo para dejar la impresión de aprisionamiento. Una madera esculpida en la que se puede entrever parte de los músculos e incluso la espina dorsal de un hombre que estuviera encorvado.
Ming-Chin usa jade cong y jade bi y que simbolizan la cultura ancestral china. Esculturas estructuradas de tal forma que se presentan en una forma prismática para representar el paso del tiempo. La parte escondida del medio implica el desarrollo e imaginación del cuadrado y la forma.
Un artista nacido en Changhua, Taiwán y que ha recibido sus masters de la Universidad Nacional de Taipei de las Artes. Un trabajo a la madera que expresa de forma grandilocuente Hsu Tung Han y sus formas cúbicas.
Os dejamos su sitio web para que podáis seguir su trabajo.