Como sabes, a la hora de dibujar hay muchas técnicas y muchos instrumentos que puedes utilizar para lograr los dibujos. Sin embargo, cada una tiene sus «truquillos» para sacarle el mejor partido. Y si lo que quieres es un dibujo a bolígrafo, conseguir el mejor resultado no depende solo de tu habilidad, sino también de que pongas en marcha todos los consejos que se pueden dar.
Espera, ¿no sabes qué debes tener en cuenta a la hora de dibujar a bolígrafo? Entonces haz un repaso a todos los que hemos encontrado y compartido contigo para obtener un dibujo espectacular. ¿Vamos a ello?
El uso del papel
Un dibujo a bolígrafo se puede hacer en casi cualquier tipo de papel. Es lo bueno que tiene el bolígrafo, que se puede lograr un buen diseño utilices un papel bueno o uno malo.
Ahora bien, si estás empezando con el dibujo a bolígrafo y no tienes mucha experiencia, te recomendamos que lo hagas en papeles lisos, no rugosos, porque estos pueden jugar en tu contra y hacer que el diseño se vea totalmente distinto a lo que tú pretendías.
Una vez ya tengas experiencia podrás ir probando con otros tipos de hojas.
En cuanto a las hojas de papel «normal», esas que puedes utilizar para escribir, etc. no son las más recomendables porque se arrugan fácilmente. Pero para practicar tampoco te vendrán mal.
Cuidado con equivocarte
Uno de los inconvenientes que tienen los dibujos a bolígrafo es que, si te equivocas, la has liado, porque no se puede borrar. Por eso, cuando eres principiante, esto puede sacarte de tus casillas, ya que, un mal trazo puede acabar con todo el trabajo de horas que hayas estado haciendo.
¿Nuestro consejo? Ten a mano un lápiz. Haz el boceto del dibujo a lápiz. De esta manera, si te equivocas siempre vas a poder borrar y volver a pintar sin que se vaya a notar después con el bolígrafo.
Una vez lo hayas encuadrado, esté bien dibujado, etc. es cuando podrás coger el bolígrafo y empezar a dibujarlo de nuevo, esta vez prestando más atención a los detalles.
Otra opción, sobre todo si estás empezando y aún no tienes mucha práctica, o ninguna, es que, cuando el diseño a lápiz esté hecho, en lugar de coger y empezar el dibujo a bolígrafo, hazle una copia. O varias. El objetivo es tener ese dibujo hecho y, así, poder usar el bolígrafo para darle el diseño que quieres. Pero aún hay más. Y es que, al tener varias copias, puedes realizar varios diseños diferentes, aplicando distintas técnicas, y comparando el mismo dibujo para darte cuenta del efecto que consigue una técnica u otra.
Elige un buen bolígrafo
Parece una tontería, pero en realidad no lo es. Un buen bolígrafo puede sacar lo mejor de ti, y son muchos los artistas que tienen cariño a un tipo de marca, de bolígrafo… para pintar.
Entre las marcas más recomendables están Bic y Faber Castle. Pero en realidad todo va a depender de tu gusto y de cómo te defiendas con ellas. Estas dos marcas que te hemos comentado ofrecen facilidades a la hora de crear capas y distintos trazos, algo que, con otros bolígrafos, no es fácil de hacer.
Además, has de saber que no es lo mismo utilizar un bolígrafo nuevo que uno casi gastado. El trazo es totalmente diferente porque uno echará más tinta que el otro (por si quieres saberlo, será el casi gastado el que pinte más fuerte que el nuevo).
A la hora de empezar el dibujo a bolígrafo…
¿Alguna vez te has planteado el lado por el que empezar el dibujo? Quizá no lo tengas nunca en cuenta, o quizá sí. Pero los propios expertos recomiendan que, cuando se es diestro, se empieza a dibujar siempre por la izquierda, mientras que, si eres zurdo, lo hagas por la derecha.
El objetivo es sencillo. De esta manera no vamos a manchar con la mano el dibujo que hayamos hecho.
De hecho, para perfilar o una vez que tenemos el dibujo ya hecho, con el objetivo de no manchar ni restregar se recomienda tener una hoja de papel limpia que ayude a servir de barrera para que quede bien.
Los degradados, el truco perfecto para un dibujo a bolígrafo
Un degradado significa que una parte del dibujo va a ser claro mientras que, la otra parte, será oscuro. Esto es fácil de practicar. Verás, dibujo un rectángulo. Ahora pinta todo ello con el bolígrafo. Sigue el mismo tono en todo el interior.
Eso en sí mismo no es un degradado. Pero es que ahora vas a aplicar una segunda capa que no llegará a uno de los extremos. Así, harás la siguiente capa, tampoco llegando a donde empezaste la segunda capa. Y así hasta llegar al otro extremo.
Si lo has hecho bien, verás que te queda un bonito degradado. Eso sí, siempre debes dar las capas completas, es decir, si la superficie es grande, no se te ocurra parar a la mitad y seguir después porque no se conseguirá el mismo resultado que si haces la capa de una vez.
Mantén la presión del bolígrafo lo más constante posible
La presión con la que pintas un dibujo a bolígrafo es muy, muy importante y se parece a la que ejerces con un lápiz. Cuando aprietas mucho el trazo será muy oscuro, y al contrario, si no aprietas saldrá mucho más suave.
El problema es que, cuando tienes que sombrear o rellenar espacios grandes, mantener esa presión constante no es fácil. Además, tampoco puedes parar a la mitad, dejarlo y volver, porque eso solo conseguirá que la presión cambie completamente (más si eres principiante).
Limpia el bolígrafo
Para finalizar, uno de los trucos y consejos más importantes del dibujo a bolígrafo es limpiar este. Conforme vas pintando la punta se puede ensuciar, y es necesario prevenir esto antes de que se pueda caer sobre el dibujo y, en un intento por quitarlo, acabes manchando toda tu obra.
¿Cómo se limpia? Con un papel, un algodón o una servilleta para eliminar la acumulación de tinta.
Como ves, el dibujo a bolígrafo siempre tiene sus trucos para sacar lo mejor de ellos. ¿Se te ocurre alguno más que quieras compartir con nuestros lectores?